Después
del duro día del Gorgas Negras había que hacer un barranco corto
para volverse a Valencia por la tarde. Después de valorar un poco
las opciones, nos decidimos por el Gorgonchón. Este es un barranco
famoso en Guara por su estrechez y por tener un pasamanos de
realización obligada, ya que no hacerlo, lleva a caer en un agujero
oculto detrás de la cascada del que no se puede salir y que ya se ha
cobrado varias vidas.
La
aproximación es corta, unos 15 minutos. Incluso en las fechas que
estamos, quizá las menos idóneas por el tema de caudal, el agua
corre por todo el barranco. Al poco de entrar encontramos el primer
rápel, de 6 metros.
Este
rápel ya es muy estrecho por lo que nos quitamos la mochila para
descenderlo. Yo lo bajé el primero y haciendo oposición me fui
alejando del chorro de agua para caer en una zona algo más amplia y
cómoda.
Muy
cerca se encuentra el segundo y último rápel. Este ya es el del
famoso pasamanos, que aunque lo encontramos montado en fijo, optamos
por montar otro recuperable por encima, más vale prevenir que curar.
Loli es la encargada de encabezar el avance montando el pasamanos y
Andrés le asegura desde el inicio. Aunque asegurados a las cuerdas,
hacemos el pasamanos en oposición y puedo dar fe de que el paso es
bastante exigente, no apto para principiantes.
Una
vez bajado este rápel entramos en un pasillo extremadamente estrecho
en el que apenas se cabe, alguna vez puede ser necesario ganar un
poco de altura haciendo oposición para encontrar un paso más ancho.
Llegamos
a una zona de caos y al atravesarla llegamos a otro pasillo, ya el
último, que nos lleva a un paso sifonado. Al atravesar el sifón,
que en condiciones normales de caudal se atraviesa sin problemas,
podemos dar por terminado el barranco.
Redacción: Roberto
Fotografías: Roberto y Andrés