Todo empezó cuando Diego Caballero dijo el día 03 de Noviembre..........
“Salida a Guara para el 13 y 14 de noviembre. ¿Quién se apunta?
Saldríamos el viernes 12. Sábado 13 haríamos el barranco de San Chinés, en el sector de Vadiello. No es un barranco técnico pero es muy largo (10h + ó -), con lo que si vamos muchos, hay que hacer grupos o ir a dos barrancos diferentes.
El domingo, ya se verá.
Yo dormiré en mi coche (muchos gastos este mes). En función de los que seamos ya se verá don de se duerme.
Un saludo
Diego, caballero, caballero, caballero, ponche caballero!!!!!!!”
El día 8 todo estaba todo casi, casi organizado y la gente ya con ganas.......
De nuevo Diego nos manda un mensaje para acabar de concretar cositas.... que decía:
“Chavales, chavalas.....
De momento, confirmados, Lu, Guillermo, Raimon, Carlos y yo.
Yo salgo a las 17h. Ir concretando horas de salida para ver como nos apañamos......Lu sale sobre las 20H...
Se dormirá haciendo Viovac o dentro del coche... en función del tiempo o ronquidos de los compañeros. Traer saco o sacos que hará fresquito...
Y así más hasta que Vicent comentó:
“ Yo iré, por fin caerá la Canal del Palomo....!!!!!
Por cierto para el tema de dormir es posible que nos sirva el túnel de Vadiello....”
Pufff, (creo que todos) hicimos un suspiro de alivio, al pensar que ya no dormiríamos al ras..., por lo menos un techo..... ummm que bien!!!!
Después de tanto y tanto.... organizar nos llegó un MILAGRO, por 2 partes: Una por parte de Vicent que nos decía:??????
“Hola a todos, me he puesto en contacto con los del club peña de guara (tienen un refugio en Vadiello) nos dejan el refugio gratis con unas condiciones..........”
¡UNA GRAN ALEGRIA PARA TODOS!!!!!!!!!!!!
Así que Carlos hizo el comentario que todos pensábamos que era:
“Como ha cambiado el cuento. De dormir en el coche, pasando a dormir en el túnel.... finalmente a dormir en un refugio con estufa y agua potable...... Un par de días más y seguro que surge baño turco y masajes....
Bravo Vicent!!!!!”
Así que todo claro, cada grupo tenía su trabajo a realizar después de esta gran Noticia por parte de nuestro compañero Vicent.
Llego el día señalado y nos pusimos en marcha los dos grupos. El primer coche (Diego, Vicent y Jose), parten en el punto de partida Ca Navarro a las 17h para estar en Huesca antes de las 21:30h para recoger las llaves de “Bendito Refugio”.
El segundo coche sale a las 20h en el mismo punto de partida, esperaban a Lu, como siempre la última en llegar.... “Lo siento, el curro tiene unas obligaciones....”
El coche 2 (Manu, Carlos Pitch y yo), por cierto todo hay que decir que faltaba un compañero (Raimon) que no puedo venir por motivos personales, lo tuvimos presente.
Coche nº 2, cargado y listo para partir... ¿pero que pasa? Jo no cabemos con tanto trasto... pufff, todo amontonado, no se nos veía nada de nada...., menos mal que nuestros compañeros del coche nº 1 llevaban todo el material que si no, alguien se hubiera tenido que quedar en el suelo con tantas mochilas, sacas, esterillas....
Coche en marcha y rumbo a Vadiello a encontrarnos con nuestros compis... ¡BIEN!!, durante el trayecto todo fue con normalidad, comentarios por aquí, comentarios por allá... risas, anécdotas de otras experiencias vividas... en fin todo ameno....hasta que........!Ohhmama!!!
De repente un silencio sepulcral y alguien dijo: ¡! EHH QUE ME ESTAS TIRANDO LOS TRASTOS!!!!!.... uff cada uno que piense lo que quiera yo estoy aún pensando muy mal.......
Y a partir de ahí te vas enterando (según fuentes próximas), que las actividades del club normalmente se hacían los domingos hasta que llego un día que se cambian a los sábados ¿porqué será?..... jejejej hasta que se descubre que habían cambiando el día de las actividades por la xiqueta ¿será precís? Y encima ahora se dedican a hacer cosas entre semana ohhh no es posible....
La solución que le dieron fue... (Esto es una broma ehh), que nadie se lo tome en serio...
Sobre las 23h paramos en un bar en Calamocha a cenar algo porque ya empezábamos a tener los 4 hambre y así poder continuar el camino hacia nuestro destino.
Sobre la 01.25h de la madrugada llegamos a nuestro destino Refugio de Vadiello, sacamos todos los trastos del coche y sin hacer prácticamente nada de ruido para no molestar a los compañeros que ya dormían en la habitación del refugio, sacamos las estirilla, y los sacos y a dormir que se esperaba un Sábado muy movidito.
Sábado 13 de Noviembre:
Suena el despertador de los compañeros que habían puesto para despertarnos y desayunar y preparar todo el material para empezar con nuestra misión.
Son las 06:05h de la mañana más o menos, todos en pie y desayunando para preparar el material necesario, risas por allí, comentarios por allá..., cargamos los coches y nos dirigimos al parking en el cual empezaba nuestro objetivo: El Barranco de San Chinés
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Uniforme Oficial. |
Preparados todos empezamos el aproximamiento a la cabecera del barranco, un duro camino de ascenso, pero como todo tenia su lado bueno: las impresionantes vistas del valle... la nieve de fondo....
El horario de aproximación son unas 2h, y según nuestra información es un caudal seco, el equipo previsible por el caudal llevaba en la saca los neoprenos “por si las moscas”....
El tiempo era estupendo. No había nada de aire. Ni siquiera a la sombra se sentía el rigor del frio de la montaña.
Encontramos la cabecera del barranco después de recorrer varias crestas en su búsqueda. Una vez encontrada nos colocamos el equipo. Por fin la caminata de ascensión había terminado.
Comenzamos el descenso por el barranco sin neoprenos. Al segundo o tercer rapel encontramos pequeñas pozas con agua. Los que iban en cabeza se resistían a cambiarse de ropa para ponerse el neopreno.
Realizaban pequeños malabarismos, avanzaban por oposición colocando manos y pies contra la roca del cañón. Pero claro, esas maniobras requerían mucho tiempo.
El equipo restante que aun no había bajado ese rapel observaba la progresión de los que ya habían bajado. Y mientras Lu, progresaba en oposición para no mojarse, los que estábamos arriba nos desvestimos y nos equipamos con los neoprenos.
Mientras el resto se cambiaba adelantamos camino y continuamos el descenso de un barranco espectacular. Muy encañonado. En nuestro descenso nos acompañaba un hilo de agua.
Con pozas de varios metros de diámetro en donde el nivel del agua nos llegaba a la cintura justificando el empleo de los neoprenos. Si bien el agua no estaba especialmente fría para ser el Prepirineo.
El descenso por este cañón no era nada complicado. Rapeles con poco desnivel. Descenso en rapel como medida de seguridad y para descender con mayor rapidez ya que en la mayoría de los rapeles el descenso bien podía destreparse por oposición.
Las pozas eran cristalinas. El fondo estaba cubierto de guijarros. Y bajo los guijarros y escondidos en las minúsculas aperturas laterales de la poza habitan los tritones pirenaicos. Especie endémica de tritón.
Diego a bien, nos advirtió de no pisar encima de los guijarros para no hacerles daño. Esto añadió al descenso una pequeña complejidad divertida al tener que evitar pisar sobre los guijarros.
A destacar como anécdota el momentáneo susto cuando los que estábamos en cabeza en el descenso oímos los estremecedores alaridos continuos que por el timbre de voz intuíamos que era Lu. Los primeros pensamientos eran de accidente. Le preguntamos a Diego que se encontraba en el rapel inmediatamente superior a donde nos encontrábamos. Lu aun se encontraba en algún rapel más arriba. Diego nos respondió que no pasaba nada. Que Lu había resbalado y había caído de lleno en una poza y tenía frio. Que susto!!!
Serian las 18:30 cuando habíamos terminado el cañón. Ya había anochecido. Estrictamente el descenso del barranco de San Chinés había llegado a su fin. En ese momento nos encontrábamos donde confluían varios barrancos y aún tendríamos que realizar el descenso de un barranco que nos devolvería de vuelta a la civilización. Este barranco tenía gran anchura. Lógicamente era el sumidero de los cañones situados más arriba. Por suerte el tiempo seguía manteniéndose propicio.
Algunos ya teníamos frio. Pero era más por el cansancio y la sensación continua de sentirse mojado.
Nos colocamos los frontales y comenzamos como si de otra actividad se tratara el descenso de un barranco nocturno y con la dificultad añadida del agua.
Caminábamos por un riachuelo en donde el agua nos llegaba por los tobillos. Atravesábamos pozas inundadas en donde el agua llegaba por el pecho. Descendimos un par de rapeles de poca altura.
Nuevamente en la lejanía se escucharon voces y chillidos en la montaña. No distinguíamos las palabras. Lanzamos voces en la dirección de donde venían los chillidos preguntando si tenían dificultades pero no hubo respuesta. No daba la impresión que estuviera nadie pidiendo auxilio. Intuimos que era otro grupo que como nosotros se les había echado encima la noche y como medida de darse ánimos a sí mismos levantaban la voz más que lo que debería ser normal en la montaña.
Más adelante avistamos un helicóptero y temimos por si algo había sucedido.
Cuando estábamos descendiendo un rapel, nos alcanzo un grupo de cuatro barranquistas. Les preguntamos si eran ellos los que lanzaban las voces en la montaña y nos respondieron que así era. Provenían de La Rioja. Estuvimos charlando con ellos un rato y continuamos con el regreso. Nuevamente en el siguiente y último rapel nos volvieron a alcanzar.
Llegamos a los coches hacia las 9. Diego revisaba su cronometro. La actividad había durado casi doce horas y media. Estábamos contentos y satisfechos de haber terminado. Sabíamos que nos esperaba un merecido descanso.
En el aparcamiento volvimos a coincidir con los barranquistas de La Rioja y charlábamos con ellos mientras nos quitábamos los neoprenos y nos vestíamos con prendas secas. Al parecer tenían muy buenas referencias del club Tracalet y de los premios que ganábamos en los diferentes concursos.
Después de regresar al refugio y dejar todos los trastos, cinco de nosotros en un vehículo nos fuimos en busca de un bar para poder cenar a un pueblo de los alrededores. Diego al volante de su automóvil. Lu, Manu, Guillermo y Carlos le acompañan. Vicent y Jose se quedan en el refugio a iniciar su merecido descanso.
Nos dirigimos a un bar que Diego conocía de anteriores aventuras y que recomendaba por su relación calidad-precio. Llegamos al bar. El chico que nos recibió nos dijo que no habían tenido clientes en el hostal y por tanto no tenían nada preparado. Sintiéndolo mucho nos dijo que no nos podía dar de cenar. Nos dio indicaciones de un bar en el mismo pueblo en donde nos atenderían muy bien.
Nos dirigimos a este bar. Cenamos patatas bravas y ensalada de centro de mesa. Plato combinado para cada uno. Estaba todo muy bueno. La única pega fue la tardanza al sacar los platos combinados. Tiempo que Carlos aprovechaba para pegar pequeñas cabezadas. Y Diego lo despertaba diciéndole: “Carlos que te has ido…jajaja…” . Carlos se justificaba que tenía somnolencia por el pequeño catarro que llevaba arrastrando ya varios días. Teníamos más sueño que hambre así que no pedimos ni postre ni cafés. Pedimos la cuenta que ascendió a 10 euros por persona. Un precio que nos pareció muy competitivo.
Volvíamos al refugio y sin hacer apenas ruido por nuestros dos compañeros que ya descasaban nos enfundábamos en nuestros sacos de dormir para poder disfrutar de nuestro merecido descanso.
Domingo 14 de Noviembre:
Suena de nuevo el despertador (a mi me pareció que solo habían pasado 10 min. desde que me había dormido), y nos preparamos todos para hacer las tareas programadas.
Diego junto con Jose se preparan para un día fotográfico y el resto del grupo se prepara para hacer el sueño de Vicent “La canal del Palomo”, así que todos preparados y organizados para quedar a una hora para salir de vuelta a casa todos juntos. Una vez todo claro el grupo se separa para hacer las 2 actividades, nos despedimos de Diego y de Jose hasta después y subimos al coche que nos dejara en el sueño por fin cumplido de nuestro compañero.
Volvimos a dejar el coche justo donde el día anterior para hacer el barranco de San Chinés y empezamos a coger la senda que nos llevó hasta el inicio de la Canal.
Como no Vicent empezó a subir la canal y a darnos indicaciones.
El comienzo espectacular, una canal encañonada y os comento como creo que es la canal para que os hagáis una idea.
Pudimos comprobar que el equipamiento actual es excelente, nos permite avanzar asegurados desde el primer resalte hasta la salida de la canal e incluso en buena parte del camino de regreso, también equipado con clavijas en algún destrepe. Lo cierto es que se nos antoja casi imposible concebir como antes se subía sin cable de vida, pues hay varios tramos bastante comprometidos y de considerable altura, tanto al inicio como a la salida de la canal, donde una posible caída sería como mínimo aparatosa y donde la humedad y el agua son un factor importante que aumenta la dificultad y el peligro de un resbalón.
Adentrarse al canal del Palomo es en definitiva
impresionante de inicio a fin. Es fácil ver en las badinas pequeños
tritones, señal de la pureza de las aguas. Éstos están protegidos y se prohíbe entrar en las aguas durante todo el año. Las formas sinuosas y la verticalidad de la canal nos van preparando para el escenario final, un alto circo ciego barrera infranqueable y nido privilegiado de rapaces y otras aves características de los
Mallos de Ligüerri. Incluso con el nuevo equipamiento el itinerario no es un camino de rosas y hay por lo menos
tres resaltes de bastante dificultad, que son los auténticos pasos clave del itinerario.
El primero se encuentra al inicio justo después de superar un par de pequeños resaltes, es una
chimenea tumbada y resbaladiza muy vertical. Con nuevas clavijas es más fácil superarlo.
El segundo es otro tramo muy vertical por el que avanzaremos con la ayuda de las clavijas y por oposición. En la parte media es difícil encontrar una buena posición para seguir subiendo...
Ya casi a la salida, cuando la canal se va abriendo, encontramos
el paso más difícil de todos, una cascada lisa y resbaladiza con clavijas a lado y lado y una entrada ligeramente desplomada. Con tranquilidad y estirándonos lo suficiente saldremos del resalte para afrontar un último paso estrecho y desplomado que es la guinda final.
En fin no que mas contaros de la canal para mi fue muy bonita, ahora entiendo como Vicent la tenia pendiente, yo creo que la repetiré mas veces sin dudarlo porque me queda el rápel
Bueno ahora de regreso al coche a recoger todo lo que tenemos en el refugio y a esperar a los compañeros a tour fotográfico.
Una vez cargados todos los coches y comprimidos de nuevo en ellos pusimos rumbo a Huesca a devolver en el lugar indicado las llaves del albergue que tan gentiles nos dejaron nuestros compañeros
Y después rumbo a casa... de camino pocos comentarios simplemente nos limitamos a dormir un poco por el agotamiento.
Redacción: Luisa y Carlos
Fotografía: Equipo
Edición: Andrés.