Quedamos en la gasolinera los arcos y sin mas nos trasladamos en dos coches al barranco, llegando a Montanejos vimos que los coches tenían todos los cristales con hielo y en la carretera habían echado sal para evitar problemas de trafico.
Llegados al barranco nos pusimos a tomar algo y empezar.
Como llevamos suficientes cuerdas pudimos disfrutar los tres con poca experiencia, con tres mas experimentados y con mucha paciencia, pudimos ir mas relajados y montar pasamanos y desviadores para aprender de los mas experimentados con sus consejos y sobre todo con las correcciones cuando veían que dudábamos de como hacerlo.
Nos topamos con que habían retirado para nuestra sorpresa algunos anclajes durante el barranco, por suerte eso no impidió el que lo hiciéramos y disfrutáramos, pero nos extraño.
Sevi con su buen humor y su gran orientación nos guio por el barranco, tanto a la ida como a la vuelta, Robert y Salva nos iban aconsejando y corrigiendo y nosotros aprendiendo y disfrutando de no tener prisas y poder repetir cosas.
Terminado el barranco, y guiados por Sevi volvimos a los coches para ir a comer a Montanejos al Restaurante de la piscina, lugar un tanto extraño por su decoración, pero eso si comimos y bebimos muy bien, tan bien que algunos se saltaron la dieta.
Redacción: Toni Girones