sábado, 25 de marzo de 2017

Sima del Campillo


José Dolz propone una salida a la Sima del Campillo para ir preparando la salida a Murcia a la Sima de la Higuera. Decidimos madrugar para entrar pronto a la cueva ya que varios miembros de la actividad querían estar para comer en casa. 

La actividad la realizamos Jose Dolz, Sevi, Jose Angel, Salva y Josep. Quedamos en el pueblo de Tous a donde acudo yo directamente porque me pilla cerca de casa, y decidimos almorzar en la boca de la sima para ahorrar tiempo. Habrá que volver para degustar los almuerzos de allí.

En Tous dejo mi coche y nos vamos todos con el coche de Sevi, que nos viene fenomenal para llegar hasta casi la misma boca de la sima. Se va por carretera asfaltada hasta que se coge un desvío por un camino de tierra en dirección a la sima, pero que está bien para circular. Dejamos el coche en un descampado al borde del camino y solo tenemos que caminar apenas un kilómetro hasta la boca por otro camino que está demasiado mal para meter un coche.

La boca está vallada para impedir su acceso por el tema de los murciélagos algunos meses del año, pero la restricción se levantó el día 16 de este mes, así que tenemos vía libre.
Se decide instalar dos vías para ahorrar tiempo. Una la instala Jose Dolz y la otra Jose Angel. Justo debajo de la boca hay una gran sala de unos 200x100 metros que se baja en un volado de unos 50 metros tras dos o tres fraccionamientos, por lo que las dos vías iban una junto a la otra.

La sima consiste en una gran sala con pocas formaciones pero con grandes estalagmitas, y en la que se podía ver sus dimensiones porque entraba bastante luz por la boca. El suelo está lleno de bloques de todas dimensiones.


Estamos abajo una media hora visitando la sala, y decidimos salir. A algunos que estamos desentrenados nos cuesta más que a otros subir el volado. Una vía la desinstala Salva y la otra, de nuevo, Jose Angel. 

Es aconsejable la visita de esta sima, no por sus formaciones, pero sí por la majestuosidad de la sala que si se visita en días que no esté nublado, la luz del sol que entra por la boca te permite ver la totalidad de la sala.


Redacción: Josep

Nacimiento + Otonel.

Para este día Andrés propuso en el foro, el descenso de un barranco acuático.
Tenía en mente realizar el Salto de Fleix, que yo había cambiado a última hora la semana anterior. Al final se cambió el plan para descender Nacimiento y Otonel, así nos aseguramos de pillar un buen caudal.

En el parquin del Nacimiento nos reunimos Andrés, Loli y yo (Roberto).
Cuando llegué Loli y Andrés estaban desenrollando una bobina de 120 metros de la nueva Fina 9,5 de Korda´s. Esta es una de las tres bobinas de 120 que el club ha comprado teniendo en cuenta el futuro viaje que hay previsto para este 2017.

Íbamos a probarla y ver qué sensaciones nos daba, ya que es una cuerda que acaba de salir al mercado. También nos iba a valer para ver cómo era de pesada y cuánto nos ocupa en nuestras mochilas, al ser una medida muchísimo más larga de lo que solemos llevar.
Una vez preparados bajamos al cauce y enseguida se nota que el barranco va bastante más cargado de lo normal, esta vez no iba a ser un paseo, hoy nos iba a empujar, pero bien.



Aun llevando el agua bastante fuerza, no tenemos problemas a la hora de ir descendiendo todos los rápeles.





El único que trajo un poco de miga fue el rápel del final.

Loli bajó la primera, debido al ruido de la cascada, con los pitidos apenas nos oíamos.

Cuando la vimos debajo de la gran higuera que hay en la base, empecé a bajar yo. Andrés bajó el último y tuvo que pararse varias veces a mitad de la cascada para desenredar la cuerda de recuperar, que al lanzarla se había quedado enredada en varios sitios y la cantidad de agua que caía le dificultaba bastante esta tarea.





Al final todos abajo sin problemas, subimos a por los coches y sin quitarnos los neoprenos fuimos rápidamente al parquin del Otonel.

En el parquin de abajo del Otonel, vimos a algunos barranquistas que salían. Tuvimos que aparcar por obligación al lado del puente que pasa por encima de la última parte del barranco, ya que un derrumbamiento ha cortado la carretera y no se puede acceder hasta lo que era el parquin si se hacen los dos rápeles que hay después del de 60 metros.
Cogemos otro coche y vamos a la parte inicial del descenso. Qué alegría al comprobar lo que ya nos intuíamos, ¡el primer rápel lleva agua! Rápidamente empezamos el descenso.





Este tampoco era el Otonel al que estamos acostumbrados, esta vez el agua nos lo estaba poniendo algo más difícil.



Con precaución, vamos bajando todos los rápeles y como en el Nacimiento, la cascada grande es la que nos resulta más complicada. Para evitar el mangazo, bajamos por la izquierda orográfica y decidimos montar nuestra nueva cuerda de 120 metros en doble, ya que por este lado hay mucho más roce que de normal.

Al lanzar la cuerda, ésta se enreda en multitud de sitios y otra vez será Andrés el encargado de ir desenrollándola conforme va bajando, ya que ahora es el primero. Loli baja


a continuación y por último yo, debido a la gran presión que el agua ejercía sobre la cuerda, nos costó lo nuestro el bajar.
Una vez todos en la base de la cascada decidimos que ya hemos tenido bastante agua por hoy y salimos por el puente, dejando de hacer los últimos dos rápeles del barranco.

 Pasamos un gran día de agua y manejo de cuerdas.

Redacción: Roberto

domingo, 19 de marzo de 2017

De nuevo torrentes activos en Alicante, Fanalic y Abdet.

La semana fallera pintaba mal meteorologicamente hablando. Finalmente en Valencia capital no llovió tanto como se esperaba, la lluvia se cebó mas en las comarcas del sur de Valencia y norte de Alicante, activando de nuevo los barrancos de esta zona.

Roberto propuso en el Foro de Quedadas descender el domingo el barranco de Fleix, el viernes aun llevaba agua.
A última hora se cambió de destino. Al parecer el caudal disminuía muy rápido y posiblemente no llegara para el domingo. Así que el nuevo destino era el clásico Abdet. Pero ya que íbamos a la zona, uno se queda corto, así que decidimos descender también el Salt del Molí en Benilloba.

La gente del club es muy fallera y con muchas ganas de fiesta, así que apartaron los barrancos por un fin de semana.
A la actividad solo me apunté yo (Andrés). Después de mas de un mes con la lesión del pié, estoy que me subo por las paredes, y ya es hora de tocar algún barranco acuático para ir probando como evoluciona. Así que quedamos Rober y yo.

Fuimos directos al Salt del Molí. Llegando al parking ya vimos que el agua saltaba por encima de la carretera, cosa que hace un mes estuvimos allí y el agua no saltaba por encima y el barranco ya iba fuerte (crónica Salt del Molí)

Fuimos a ver la represa y también el agua la sobrepasaba, ya vimos que no era factible su descenso, pero ya que estábamos allí fuimos a ver el último rapel, y pudimos confirmar que el descenso no era factible.


Nos fuimos al pueblo del Abdet y le propuse a Rober descender el Fanalic, el nunca lo ha descendido.
El parking es común tanto para el Abdet como para el Fanalic. Estaba a reventar de coches y gente con neopreno. Ya nos los esperábamos, así que nos fuimos directos al Fanalic y hacíamos tiempo a que se despejara.







El Fanalic llevaba agua pero tampoco demasiada.
Tiene dos posibles lineas de rapel, ambas dos por fuera del agua. Una a la izquierda orográfica con pasamanos y fraccionamiento y la otra a la derecha directa. Toda el agua va por el centro canalizándose y cogiendo bastante velocidad. Queríamos bajar por allí pero no encontramos ninguna instalación, así que improvisamos una la cual se descendía por todo el activo hasta la poza de recepción.

Fue un acierto bajar por ahí, lo pasamos en grande luchando con la fuerza del agua.






El resto del barranco estaba bastante bonito con ese caudal y sin ningún movimiento que llegara a ser peligroso.






Volvimos al parking y ya estaba mas despejado. Sin apenas detenernos en el coche continuamos hacia la cabecera del Abdet, donde aprovechamos para dar un bocado antes de entrar. Justo en ese momento apareció otro grupo. Sin perder ya tiempo entramos delante.

Fuimos progresando y nos encontramos con otro grupo, nos dejan pasar. Llegamos al inicio de la parte estrecha, el agua estaba tres dedos por debajo de la marca, es la primera que Rober y yo lo pillamos así.










Vamos progresando y nos volvemos a encontrar con otro grupo compuesto por seis personas (tres chicos y tres chicas). Cual es mi asombro cuando veo a dos chicas y uno de los chicos sin casco, y una de ellas tiritando del frió y con gafas de sol.

Irónicamente le pregunto que si los cascos se han quedado en casa, a esto me contesta una de las que llevaba casco "no, no teníamos suficientes", ¿CÓMO?, esto es alucinante, se meten en un barranco sabiendo que iban sin caso, no que se les había olvidado no, sino consciente-mente.

UNOS CRÍAN LA FAMA Y OTROS CARDAN LA LANA.

Los adelantamos, salimos del barranco, nos cambiamos y al bar a merendar.



Al tiempo apareció por el bar este grupo sin casco, y ni siquiera se dignaron a dar las buenas tardes o un simple "hola".


Para mí fueron los primeros barrancos acuáticos después de la lesión. Me costaba bastante progresar, ya que no veía bien donde apoyaba el pie, y cualquier torcedura podría ser fatal. Lo que de normal no nos cuesta ni un ápice ni le damos importancia, en mi estado fue una progresión muy delicada. No sabemos lo que tenemos hasta que no lo perdemos......



Redacción: Andrés.