sábado, 3 de mayo de 2014

Aprendiendo a volar... en Guara

Barranco de Raisén y barranco del Mascún



Siempre me habían dicho que Guara era el paraíso de los barrancos, y cada vez estoy más convencida de ello. Es absolutamente genial tener tan cerca tan bellos barrancos, para todos los gustos, formas y colores. Hay tantos que casi no sabes por cual decidirte, jaja, los quieres todos… pero bueno eso será, poco a poco…

Lo primero es que hay que preparar la salida, decidirte por los barrancos que vas a descender y ver si estas son las fechas en que mejor los puedes disfrutar de acuerdo con tú nivel y el del resto del grupo… Raisén y Mascún prometen mucho…jeje…

A continuación hay que leer las reseñas y ver las topos de las que dispones en tus libros, consultar en Cañones y Barrancos, leer los comentarios en google, ver si hay tracks en Wikiloc…jaja, vaya lío! me encanta!. Y ver caudales por favor, y por supuesto la predicción del tiempo… y claro con todo este trabajo, la ilusión va creciendo y creciendo, es “la aventura de barranco” y si además te enfrentas con algo nuevo entonces es apasionante.


Esta vez íbamos hacia el norte Roberto, Amparo y yo, primer contratiempo, un día antes Amparo nos dice que por motivos personales le es imposible venir, nos quedamos solos Roberto y yo, ¿qué hacemos? ¿vamos? Vamos!!!! Jaja….como siempre Guara es irresistible…

El sábado tenemos previsto hacer dos en uno, y como va a hacer bueno y el caudal se prevé excelente, ya nos imaginamos el Mascún  abarrotado, así que hay que madrugar… a las 6h. de la mañana ya estábamos con frontales incluidos andando por Rodellar directos a hacia nuestro destino…(ese día fuimos los primeros en descender el Mascún… jeje). Magnífica aproximación.

Pero atentos primero teníamos un delicioso aperitivo el Barranco de Raisén con sus cinco rapeles…


Coger el Saltadero Raisén sus 30m con cascada de agua es un privilegio que en pocas ocasiones se puede disfrutar.


Y ya el Barranco del Mascún, oh…. el más espectacular de la Sierra de Guara.



Citando a E. Salamero “Con agua corriente, este descenso es realmente una mezcla fantástica de roca, luz y color”
Aquí nos encontramos a un guía de barrancos, Guille, una persona muy amable y encantadora, que yendo en solitario no dudo en sumarse a nuestro grupo, y espontáneamente ejerciendo lo que era su profesión nos contó multitud de detalles del barranco y de las aguas que por él circulan…



Y llegamos a los Oscuros de Otin, con el ruido del agua ensordecedor, el sol entrando y el mayor espectáculo del mundo…solo por esto vale la pena el viaje…



Nota mental… recordar siempre hay que ecualizar y enrasar…jeje… qué buenos maestros he tenido….

Seguimos con los rápeles, trepes y destrepes, llegamos al Beso y el Gran Caos que bordeamos. A continuación nos cambiamos en una playita de piedra que la experiencia de Guille nos indica y continuamos caminado entre piedra y agua ya libres del neopreno, entonces… apenas una tontería y un traspiés…
Porque el destino quiere que disfrute poco a poco de esta Sierra… y claro a la mañana siguiente no puedo andar del dolor en un pie… y todavía dudo de si meterme o no en el siguiente barranco…jaja…cómo soy…pero al final la realidad se impone y sintiéndolo mucho toca el regreso…

No pasa nada, Guara, volveremos por ti….



Agradecimientos;
A Roberto, por no tener de él la más mínima queja de mi esguince que también le obligó a regresar.
A Andrés por su asesoramiento en caudales, gracias a él sé un poco más.
A Dolz por sus ánimos para aprender a volar.

Gracias compañeros!!! 




Redacción y Fotografía: Chencha

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