viernes, 27 de enero de 2012

Fallece Damián, presidente de la Federación de Espeleología de la Comunidad Valenciana


Trasladar nuestro más sentido pésame a su familia y allegados. 
Os informamos de que el velatorio de D. Damián Crespo tendrá lugar en el Tanatorio de La Pobla de Farnals (VALENCIA) a partir de las 15:00 horas de hoy. La incineración tendrá lugar mañana, 28 de enero, en el cementerio de La Pobla de Farnals a las 13:30 horas.

domingo, 15 de enero de 2012

Escalada en Alcublas

Domingo, madrugón, odio madrugar, engaño a Miguel para que me acompañe con mis dos fieras de sobrinos de 5 y 10 años a escalar con Jose Dolz, señora y dos terroríficos niños como los míos de 7 y 10 años.

Llegamos a Alcublas, por la carretera que va a Silla, carretera de ineptos y alocados motoristas que acechan y amenazan echarnos de la carretera. Pero bueno! Llegamos… tarde como siempre (Esto es el Tracalet!)…. Ahí están los Dolz al completo incluyendo los tíos.


Al salir del pueblo, en nada, llegamos al sendero que rodeando la montaña nos lleva a la zona de escalada, preciosa, se ven refugios anti bombardeos de la guerra civil española labrados en la roca y un barranquito. Me comentan que hay muchos fósiles, lo apunto mentalmente para volver otro día. Además, la señora Dolz me enseña como se hacía el jabón y se comprometió a enseñarme la zona otro día

Dolz instala 4+, 5 y más vías de dificultad. Los niños suben sin miedo, inconscientes miran hacia abajo, y cuando bajan tienen la recompensa de la abuela: chocolate y papas. Tibios, se ponen tibios.

Los niños de Dolz con mucha más experiencia se ven calmados y seguros de sí mismos, mis sobrinos acongojados esperan a ver cómo suben los demás antes de lanzarse sobretodo mi sobrina.

Al final, todos suben y bajan incluidos los mayores a excepción de Miguel al que no convenzo para que trepe.

Acabamos la mañana, cansados y nos vamos a la casa familiar de los Dolz, han preparado olla alcublana para comer, calentita!Qué familia más fantástica! Qué bien nos han acogido.

 






























Recogemos a las 18 horas pensando que mi cuñada echa de menos a sus niños y que me va a matar.

Como resumen, 6 adultos, 4 niños y dos perros se lo han pasado pipa! Hemos hecho nuevos amiguitos!

Nuevo método de suspensión para niños moviditos (mi sobrino adorable cuando duerme: Miguelito)

Redacción y fotografía: Ariadna

Escalada en el Almorchon

El despertar del domingo 15 de enero después de una noche de autos, a mi entender fue un poco brusco, con esto no crítico la acción de nuestro compañero Pit, ya que yo me adapto a todo y no suelo sufrir de resaca, pero hay que disculparlo porque unos desaprensivos tracaleteros (entre los que me encuentro) prolongaron un poquito la noche del sábado y Pedro solo dispuso de apenas 5 horas de sueño.

Después de las actividades del sábado, Sima del Pulpo, La Higuera y Sima del Pozo, nos fuimos a cenar al Bar La Fábrica de Cieza (Murcia). Muy buena cena   por cierto: unas tapitas de entrante, para después acompañar con un trozo de carne, la mayoría se metieron un entrecot o solomillo entre pecho y espalda, regado de un  buen vino de Jumilla. Después de unos cafés asiáticos tradicionales de esta zona (café + leche condensada + un quemadito de coñac con limón y granos de café con un ligero toque de canela en polvo), por gentileza de la casa nos pusieron un chupito de la bebida oficial del club. Como casi siempre un chupito te deja la miel en los labios, Iván que estaba inspirado reunió una comuna y conseguimos del amo del bar una botella de pacharán, pacharán que prolongó la estancia en el bar hasta que gentilmente abandonamos el local puesto que ya estaban fregando el salón. Se ve que también supo a poco la bebida que habíamos ingerido y casi llorando les pedimos que nos diera alguna botella de su dispensario. No logramos pacharán, contentándonos con una orujo miel que quitaba el hipo, jejejeje.

Esa última botella fue la responsable de que se alargara la noche, se bailará un trenecito y que los más noctámbulos hiciesen corrillo. Algunos de ellos no tenían prisa porque habían decidido no ir a la sima del Pulpo. Después, en  la madrugada, a algún tracaletero se ve que no le sentó muy bien el orujo miel.

Pero también hay que darle las gracias a Pit ya que éramos quince personas y a primera hora de la mañana nos puso a todos en vereda porque había que cumplir con las actividades planificadas. Yo no tenía bien claro irme a escalar, acompañarles si, pero cualquiera le decía que no a Pedro.
El grupo Sima de Pulpo (Guillermo, Ingrid, María, Manu y Carlos Salsa) lo tenía claro, descansaban y no realizaban la actividad, desde el refugio salieron hacia Valencia parando a almorzar en la Font de la Figuera. El grupo La Higuera debía de hacer la actividad puesto que los dos José Luis habían venido el sábado desde Valencia y se tenían que devolver las llaves de entrada a la sima en el bar del pueblo. Iván y Arturo mientras los jaleaba Paquito poco a poco se iban recuperando mientras Popi preparaba el material.

Yo no las tenía todas conmigo, hacía tiempo que no escalaba y menos en clásica, ya que en esta modalidad era el bautismo de Jero y mío, además de enfrentarnos a una pared de 200 metros que desde la lejanía ya imponían sus verticales.

Pero teníamos a dos buenos maestros como compañeros de cordada (Pit y Paco) que nos daban total seguridad, después de encontrar el camino que nos dejaba en las faldas del Almorchón, y tras almorzar disfrutando del sol que hacía, realizamos la aproximación al inicio de la pared. Una vez, en la base la cosa tenía otra pinta, lo cual definitivamente me animó y Pedro y yo iniciamos la escalada.

Constaba de 4 largos de unos 40 metros aproximadamente, más un último repecho que cresteaba hacia el pico final. Los pasos no revertían mayor dificultad, para mi claro que iba de segundo, serían de cuarto grado y la mayoría los enfrentabas con claridad. 
















Las repisas eran cómodas para 3 personas. Si que había una salida complicada al inicio del segundo largo. Como estaba tan pendiente de la ascensión no me acordé de que llevaba la cámara de fotos hasta el inicio del último largo, es por ello que apenas sacamos fotos mientras escalábamos.

Una vez finalizada la escalada, como he comentado antes  se puede crestear hasta el pico, pero por la hora pero se ha de bajar por la otra cara y dar toda la vuelta al Almorchón. La bajada se iniciaba con un rápel de unos 15 metros y existía la posibilidad de iniciar otra escalada a una aguja pero aquí los pasos ya eran más comprometidos, quintos y sextos grados. También por la hora, sobre las 15:30 de la tarde, decidimos continuar por el barranco hasta llegar a los coches descendiendo otro rápel de unos 25 metros.
 Antes de volver a Valencia paramos en Cieza donde nos tomamos un último asiático y las llamadas de rigor a los demás compañeros para verificar que todas las actividades se habían desarrollado sin ningún percance.
  
Redacción: Raimon

Fresquito en Guara

Planteamos un fin de semana en la Sierra de Guara, el 14 y 15 de enero. Sabíamos que haría frío y aunque íbamos concienciados, la frase “qué hago yo aquí pudiendo estar en Murcia haciendo espeleo” se repitió minuto a minuto.

Tras reunirnos en una casa en Rodellar con unos amigos vascos, decidimos descender el barranco de Otín por proximidad y falta de agua.

Nos levantamos relajados, sin prisas, pues a las 8:30, marcaban -6,5 grados. Tras el desayuno, comenzamos a patear por el Mascún, el cual presentaba una fina capa de escarcha blanca que daba un aspecto nevado a la sierra.



La primera imagen del cañón fue una poza con agua totalmente congelada. Bajamos unos metros el barranco para comprobar si el rápel, llamado el saltador, también presentaba hielo en su acceso. Al final resulto que sólo algunas pozas tenían agua congelada, el resto estaba seco y sin hielo.


El descenso transcurrió normalmente con algo de frío, aunque nada que ver con la mañana.

Una vez llegamos al Mascún, parte de las marmitas con cauce activo estaban congeladas.

Sobre las 17:00 llegamos a Rodellar y una grata sorpresa fue ver que había un bar abierto. Tras una ducha, vino el momento de la cerveza, papas y unas partidas al ping-pong.

En la cena discutimos el barranco del día siguiente y se eligió el barranco de San Martín de la Val d´Onsera. Un barranco cercano a Huesca, corto pero de largo acceso.

La mañana del domingo no mejoró, pues a las 10:00 el termómetro del coche marcaba   -6,5 grados.

Durante el pateo de acceso, volvimos a escuchar y de forma muy reiterada la frase “que insensatos somos pudiendo estar en Murcia haciendo espeleo”.

Nuestra sorpresa estuvo en que el barranco presentaba un caudal débil desde el inicio deportivo hasta el final de la parte  engorgada. Entre el frío y el agua, de nuevo la frase “que insensatos somos pudiendo estar en Murcia haciendo espeleo” sonó con mucha más fuerza que nunca.



El descenso se completo con sólo una persona mojada de forma integra. El resto nos mojamos poco más de las rodillas.


Nº de participantes: 5

Diego Caballero

domingo, 1 de enero de 2012

Barranco el Infierno

Lunes, engaño a Pakito nuestra joven promesa y a Miguel, para descender hasta las entrañas del Infierno. Me pregunto el por qué nadie quiere venir, jajajaj pronto lo sabré, pero por mi misma!


Nos levantamos temprano y nos ponemos en camino para llegar a la Vall d´Ebo (zona ya super conocida por nosotros) en la Marinan Alta (Alicante). 

Es un barranco encañonado prácticamente en su totalidad y muy abrupto catalogado de dificultad media-alta pertenece al río Girona que normalmente está bastante seco, a no ser que hayan habido lluvias torrenciales.

Aparcamos frente una adorable casita rural y yo prefiero ponerme el neopreno (siempre frío aún no me han implantado el gen de los Cachas del Tracalet) y comenzamos a seguir una senda que bordea la montaña para llegar a la cabecera. Un riachuelo, nos refresca, sobretodo a mí, del descenso. El final: una pedrera con grandes rocas desplomadas.

Comenzamos a descender los primeros rappeles, casi destrepes, pero la roca es lisa y resbala mucho. Seguimos el lecho del río y cruzamos pozas de agua estancada pero limpia y extremadamente fría. Uys que vemos! Un ocho en una poza, me dicen que me tire a por el, bueno… llevo el puño para salir de la marmita trampa. Madre mia! Qué frío, el agua está cortante que no me deja respirar y no logro sacar el ocho. Miguel instala un pasamanos, qué hombre! Qué profesionalidad y qué culito!  Pakito es el encargado de asegurar a Miguel, mientras recupero el resuello del frío del agua

Cruzamos: Miguel fácil, a Pakito le cuesta más pero sus vigorosos 17 años hacen que lo difícil sea fácil y yo? Jajaja yo me quedo colgada como un jamón a mitad del pasamos y tengo que sacar mi puño para auparme (otra vez estas malditas vagas que son demasiado largas)

Al final, logramos cruzarlo los tres, aunque Miguel ejerce como siempre de héroe conmigo, y me echa un cable al final. Y seguimos descendiendo hasta llegar al siguiente pasamamos.

Decidimos, al ver cuantioso material colgado, que lo mejor es que se pongan el neopreno y salgamos de la marmita por el agua. Recuperamos algo de material del grupo de Pelacanyons  que procederemos a devolver en señal de hermanamiento (Pakito el mas dadivoso ya que buceó para recuperar un piraña, el otro grupo promete cervecitas)

Salimos de la poza, y continuamos andando, apenas hay agua y llegamos a una especie de poza profunda sin agua con piedras (parecido a una pedrera y con rocas grandes desplomadas) con una cadena colgada del techo y yo me pregunto: hasta ahí suele llegar el agua? Miguel me lo confirma, él ha salido gracias a esa cadena, yo me asombro, tiene una altura de aproximadamente12 metros, con pequeños escalones de vía ferrata hechos un desastre a la derecha, pues si que es torrencial.

Ya alcanzamos la salida del barranco, y caminamos por el lecho pedregoso, vaya! Encuentran un fósil: una pequeña concha fosilizada y petrificada, qué bonita! La pondré en el despacho.

Pronto descubro el por qué de la mínima asistencia al evento, el retorno: escalones moriscos cómodos pero muy duros y largos en distancia. Se nos hace de noche, menos mal que el Tracalet siempre va preparado con frontales y mantas térmicas.


Alcanzamos una casa en mitad de la nada! Uys, sí tiene una arquitectura como las que vemos en la Tv del Tíbet y la misma hospitalidad: nos ofrecen té montañero. Lo rehusamos y seguimos caminando hasta el coche donde nos cambiamos y volvemos a casa satisfechos y exhaustos (por supuesto a mitad camino mi héroe paró para que Pakito y yo, menos curtidos él por novato y yo por friolera, nos compráramos un fantástico chocolate autocalentable)





Redacción y fotografía: Ariadna