sábado, 26 de junio de 2021

Garganta de Palomarejas

El sábado 26, Dolz, Sevi, Antoniet, Llum y yo fuimos a hacer el barranco de las Palomarejas. El acceso es sencillo, solo hay que seguir las indicaciones de charco negro, hasta llegar al merendero, donde se dejan los coches. El acceso a cabecera, se hace remontando el propio barranco, arroyo arriba.

El barranco es muy encajonado, con muy pocas pozas lo suficientemente profundas como para subirse a alguna roca y saltar. Aun así, merece la pena. 

El agua ha tallado su camino, partiendo en dos la montaña, dejando un estrecho pasillo por el que cuelgan enredaderas, se desarrollan plantas rupícolas y se pueden observar muchas especies de fauna de ribera. 
Entre otras especies, vimos tres culebras viperinas cazando, una culebra de collar, sapillos moteados, cangrejos de río, y todo tipo de libélulas de colores.

Redacción: Salva
Fotos: Salva, Sevi, Dolz

viernes, 25 de junio de 2021

Pirineo Vasco-Navarro

Aprovechando el puente de San Juan, Jordi propuso salida tracaletera barranquista, a la que nos apuntamos Aurora, Carlos, y yo. La idea inicial era Pirineo aragonés, pero tras ver la previsión meteorológica, finalmente cambiamos a Navarra, y la decisión no pudo ser mejor, porque el buen tiempo nos ha acompañado todos los días. 


Viernes: ARTAZUL Y LIZEBAR

Para empezar a lo grande, el primer día hicimos estos 2 barrancos navarros.
El 1º, el Artazul , iba con el agua justa, así que disfrutamos a tope bajándolo, sobre todo después de la dura subida (“deportiva” para algunos) que supone hacerlo sin combinación de coches, y que empieza ascendiendo dede el manantial de Arteta por detrás y a la izq orográfica de la cascada que rapelaremos para terminar el barranco.
La primera cascada que bajamos (32 m), preciosa, es sólo la antesala de ese magnífico rápel final de 45 metros con los 30 últimos volados. En medio, una zona inicial más abierta que luego se va encañonando, con una sucesión de pequeños rápeles y algún tobogán.
En el amplio circo final comemos algo para reponer fuerzas y, sin perder tiempo, iniciamos la aproximación al Lizebar. Subida también exigente, ahora además con el cansancio acumulado, por lo que se nos hace aún más dura y larga.
Es un barranco mucho menos frecuentado, no lleva agua salvo en las pozas, pero es chulo y tiene su encanto con sus altas paredes verticales y su verdor. Lo más destacable, el rápel fraccionado de unos 60 m (20 + 45): ojo porque el fraccionamiento no está en la vertical, sino en la dcha orográfica, y es muy fácil pasárselo, sobre todo porque esos primeros 20 m nos parecieron bastantes menos (unos 10)
Otro dato importante a tener en cuenta: cuidado si oís o veis cabras, porque algunas de las piedras que movieron nos cayeron.
Acabamos tarde y cansados, así que cenamos en el primer bar que encontramos… y decidimos que al día siguiente tampoco era necesario madrugar mucho…

Sábado: LA LEZE

Preciosa cueva- barranco en Egino (Álava) que nos encantó a todos, y eso que no pudimos empezar con el rápel de 60 m del ojo de búho por restricciones.
Subida también muuuy exigente, y cuando ya arriba crees que está todo hecho y empiezas a disfrutar del espectacular hayedo de cuento de hadas ( en el que en cualquier momento puede aparecer un gnomo o un brujo barbudo con báculo…) viene lo peor... la resbaladiza y empinadísima bajada hasta el árbol donde está el primer rápel de 23 m. Tras algún resbalón peligroso, decidimos echar trasero a tierra, y así, entre risas y precaución, llegamos al inicio de la cueva.
¡¡Ha merecido, y mucho, la pena!!
El río Artzanegui talla una brecha que atraviesa la sierra de Altzania de norte a sur, formando una cueva de más de 60 m de altura. Nos introducimos por su boca, que parece engullirnos, y encendemos los frontales: pasamanos y rápeles con agua se van sucediendo hasta que finalmente se empieza a vislumbrar luz de nuevo y aparece la boca de salida. Hemos atravesado la montaña, y tras algún rápel más y un pequeño sifón, llegamos a la pradera final (muy cerca a una zona de recreo), ideal para comer algo y en 5 minutos estar de nuevo en el coche.
La parte deportiva ha terminado, pero no el día, que completamos y redondeamos con un “cenorrio “a lo grande: súper homenaje gastronómico (bien merecido) en un asador de lujo que nos recomendaron.
Algunos, hasta vestidos de etiqueta, jajaja


Domingo: DIABLOZULO

“El barranco Diablozulo nos ha dado por el ...”
Este verso en rima consonante, creado por Aurora y rápidamente adoptado por todos, define perfectamente, a las claras y por unanimidad, el infernal intento de aproximación.
La mayoría de los tracks son para 2 vehículos, y el que llevábamos (1 solo coche) nos ha tenido un par de horas, a pleno sol, intentando atravesar campos de trigo de casi un metro de altura, zonas de zarzas , espinos y vegetación tan tupida, que nos ha sido imposible avanzar y encontrar la pista que debía acercarnos a la cabecera.
El tiempo se nos echaba encima y finalmente hemos decidido volver al coche. Al hacerlo, hemos visualizado la pista que debíamos haber cogido, mucho más cerca de donde nos ha llevado el track…
Parece que ya sólo queda hacer camino hacia Valencia… pero falta “desparasitarnos”, porque los chicos, aparte de los arañazos en las piernas que llevamos todos, también llevan garrapatas (anda que no nos hemos reído con Carlos y su obsesión con estos bichejos, y al final iba a tener razón…)
En conclusión, viaje genial que nos ha dado la excusa perfecta para volver: tenemos una pendiente con el Diablozulo!

Redacción: Luisa
Fotos: Luisa, Aurora

sábado, 19 de junio de 2021

Barrancos en Teruel. Villarosario

Animados por recientes publicaciones de hacia una semana que indicaban que el barranco de Villarosario llevaba agua y por el hecho de que el jueves se prometían fuertes precipitaciones por la zona programamos el barranco para el sábado.

Quedamos a las 10 de la mañana en Aliaga Marilena, Marc, Salva2 y yo y sin pausa nos dirigimos a la antigua central térmica abandonada junto al embalse de Aliaga para dejar allí la furgoneta de Salva2 que usaríamos a la salida del barranco para deshacer la combinación de vehículos.
Desde allí con el segundo vehículo nos dirigimos hacia el Collado Alto por camino en regular estado y con piedra suelta que complicaba el acceso. Al llegar a la zona del parking encontramos otros dos coches que asumimos serian de barranquistas con las mismas expectativas que nosotros. Cargamos el material y comenzamos la aproximación por una senda bien marcada con hitos que en camino siempre descendente nos acerca al lecho del rio que llevaba agua para nuestra alegría. 
Hay bastante rato de paseo por el río que se hace pesado ya que es largo, algo mas de 3 km y con poco interés. Durante este paseo el cielo se puso amenazante y decidimos ponernos los neoprenos, aun estábamos en ello cuando comenzó una tormenta de poca duración pero salvamos la ropa seca. 
Tras llegar a la zona del primer rapel tuvimos la falsa impresión de que tendríamos agua ya que aun corría, así realizamos los primeros rapeles con agua luego esta aparecía y desaparecía de forma intermitente y cada vez con menos caudal si bien todas las pozas estaban llenas hasta el final. 
Tras unos primeros rapeles y una zona engorgada tuvimos que superar numerosos caos de rocas que son la característica predominante en el descenso. Finalmente aparece otra zona engorgada que concentra las últimos rapeles del descenso.
Tras finalizar el ultimo rapel estamos prácticamente en el Barranco de la Hoz Mala del que Villarosario es afluente teniendo que remontar su curso hasta la presa. Para ello hay una senda con fuerte pendiente que se asciende con ayuda de varias grapas al inicio hasta que llegamos a la altura de las pasarelas instaladas en el barranco de la Hoz Mala desde las que se hace un cómodo regreso hasta la presa. 
Tras deshacer la combinación de vehículos paramos a la obligada rehidratación coincidiendo con los propietarios de los coches que vimos al inicio que efectivamente eran barranquistas de Barcelona y Navarra que se habían desplazado hasta la zona con las mismas expectativas que nosotros y huyendo del mal tiempo que se preveía en Pirineos.  Compartimos unas risas y unas cervezas con ellos y regresamos a nuestras casas a esperar la siguiente actividad

Redacción: Alfonso
Fotos: Alfonso y Marc

viernes, 11 de junio de 2021

Guara sin arnés

El viernes salimos en 4 coches camino a la sierra de Guara para realizar actividades enfocadas para los mas peques. De camino algunos paramos en varias tiendas de material como el outlet de barrabes y las abuelas de Sevil. Después de mucho mirar, Marc no se compró el ocho doble que tanto ansiaba, pero lo acabaría comprando el domingo. También pasamos por el super a comprar comida para el finde y por supuesto por la super panadería de Sietamo.
Llegamos todos casi a la vez a Alquezar a las dos casas donde nos alojamos. La lluvia nos recibió con los brazos abiertos

Viernes 11. Barranco Portiacha


Para empezar el finde semana de actividades en Guara, algunos (Alfonso, Cristina y Marilena) íbamos de avanzadilla con la esperanza de que el tiempo fuera lo suficientemente clemente como para hacer el barranco de portiacha.
Cuando llegamos al parking de cabecera se acercaba la tormenta, pero nos dió tiempo a disfrutar de las vistas del mirador antes de que empezara a llover.
Nos refugiamos un poco en el coche y como al rato la tormenta se alejó y sólo había lluvia ligera Alfonso y yo decidimos descender el Barranco. No había ganas ni na jajaja. Mientras tanto Cristina se quedó a esperarnos pacientemente , para luego recogemos en el parking de salida.
La entrada al Barranco es inmediata y enseguida se accede al primer rapel que es muy bonito tanto por las vistas que se pueden apreciar como por su patio. A hacerlo más bonito, el hilo de agua que nos bañaba la cara al descenderlo. Una maravilla! El segundo rapel se encuentra enseguida , es más corto y no tiene mayor complejidad.
El último rapel es la guinda del pastel. Es el más alto y es aún más bonito que el primero. Es en su mayoría volado y te permite disfrutar de unas vistas preciosas. Además, al igual que en el primer rapel, la presencia de un hilito de agua ( debido a la lluvia) , hacía disfrutar aún más del descenso. 
"Solo" nos quedaba el retorno. Para ello, tras andar por una senda, es necesario cruzar el río vero y renombrar hasta la presa, así que el Barranco se convirtió en "acuático", vamos que nos mojamos hasta las cejas , cómplices un par de resbalones. La presa es posible subirla con unas grapas que están en la pared y de allí se abre una senda a la derecha que lleva al parking, pero entre la lluvia y un poco de distracción se nos pasó y cruzamos al otro lado del puente y emprendemos otra senda y aunque al final no fuéramos por el camino convencional, conseguimos encontrar y volver al parking de salida, gracias también a Cristina que encendió las luces del coche para que nos pudiéramos asegurar de que lo que estábamos viendo era el parking correcto.
Valió mucho la pena hacer el barranco bajo la lluvia. ¡Me encantó, que nos quiten lo "bailao"!

Redacción: Marilena
Fotos: Marilena y Alfonso

Sabado 12. Basender y Vero


El sábado nos levantamos pronto para ir al río Vero. Un grupo salimos antes y previo al río Vero, que está catalogado por la guía de Guara como uno de los ríos más bonitos de la sierra, hicimos el barranco del Basender.
Descendimos por 8 rápeles bien equipados con químicos con doble anilla. Las instalaciones estaban en muy buen estado, es una barranco óptimo para ir con gente que se inicia. Mereció la pena hacer el barranco.
Llegamos al final del barranco y nos cruzandonos con el río, donde tras esperar un rato, nos juntamos con la otra parte del grupo, que había empezado el Vero más arriba.
Durante el descenso nos dividimos en dos grupos debido a las diferentes velocidades.
Debido a la lluvia del día anterior, el agua estaba turbia y no podíamos ver el fondo de las pozas, lo que dificultó nuestro avance. Flotando boca arriba se podían ver buitres y cuevas en las partes altas de las paredes que nos rodeaban.
El descenso del río fue muy chulo pero al final se nos hizo a todos un poco largo. Nuestro grupo pasó algún momento de estrés al no tener claro por dónde continuar en la zona de caos y bloques y ver que lo que nos rodeaban eran sifones, batidoras, lavadoras y termomix. Todo fue muy bien gracias a la ayuda de nuestros guías, que nos ayudaron a atravesar pasos complicados, ayudándonos a llegar al ansiado puente que marcaba el fin del tramo de río.
Varios fueron a recoger coches. Cenamos en casa take away del bar que quedaba abierto en el pueblo y algunos nos hidratamos con unos refrigerios

Redacción: Javier
Fotos: Alfonso

Dia13. Estrechos de Carruaca


El domingo, desayunamos en un bar del pueblo y unos fueron de cata de queso y vino y otros nos encaminamos al barranco estrechos de carruaca. 
Un barranco dominguero y corto que no requiere de arnés, la combinación perfecta para un domingo. Disfrutamos mucho de la sucesión de pozas y saltos, los cuales hacen este descenso muy divertido y agradable. Niños y no tan niños salimos todos con una sonrisa.
Después, tras varias paradas en la gasolinera llegamos a nuestro destino.

Redaccion: Javier
Foto y Video: Sevi