sábado, 24 de octubre de 2020

Barranco Casas Blancas

Adivinad quién ha propuesto este barranco...
Seguro que no lo sabéis! Jajajajaja
Alfonso! Que raro, verdad?
Muchas gracias, Alfonso!! Por tu implicación y compartir tus conocimientos con nosotros, los canteranos Tracaleteros.
A las 9 de la mañana, después de un buen madrugón y hora y media de camino, allí estábamos, en Losilla, más frescos que una rosa. Jajajaja

Esta vez hicimos combinación de coches, dejamos uno en El Molino Nuevo y con el segundo nos acercamos lo máximo posible al barranco. Para la aproximación, volvemos a Losilla, y una vez allí, tomamos la carretera (CV355) con dirección a El collado, y entre los puntos kilométricos 7 y 8, antes de llegar al puente, nos metemos en un camino a la izquierda.
El descenso a cabecera no fué dificultoso, es fácil de encontrar. Tras 10' andando llegamos al primer rápel.
Este barranco se hace corto pero es intenso. En él encontramos 9 rapeles.

1Rápel 40 m (volado).
2Rápel 10 m
3Rápel 8 m
4Rápel 35 m
5Rápel 15 m
6Rápel 20 m
7Rápel 10 m
8Rápel 8 m
9Rápel 8 m

El primer rápel nos ofrece una vistas increíbles, pero he de decir que para mi, que no estoy muy hecha a las alturas, me creó mucha impresión mirar abajo. Así que una vez instalado, sin pensármelo, empecé a rapelar (me empezaban a temblar las piernas de ver la caída que había a mis pies) jajajaja. 
Los siguientes rapeles fueron sucediendo sin más, entre unos y otros disfrutamos de las vistas, sus rincones y ese toque diferente que le da su roca estratificada.
Al final del barranco, en su derecha orográfica, encontramos un gran hito, lo bordeamos y llegamos al río, aparecemos enfrente de la Loma De las Penas del Molino. Lo cruzamos y mientras andábamos Alfonso valoró que camino de retorno íbamos a tomar, si subíamos a la Loma o a la carretera.
Este optó por salir a las zetas de la carretera. Andamos por la derecha del cauce hasta poder volver a cruzar el río y comenzamos inmediatamente el ascenso hasta llegar a ellas. 
Este no fué complicado, ya que tras las obras, han dejado una pendiente de tierra y piedra (bastante suelta). Desde algún punto del descenso, este trayecto no se ve accesible, una vez nos acercamos se ve mejor. Hasta aquí llegó nuestra actividad a falta de un bar en Losilla. Nos queda pendiente el vermut. En la próxima quedada ración doble de actividad y vermut, Alfonso! Jajajaja

Redacción: Aurora
Fotos: Aurora y Alfonso


domingo, 18 de octubre de 2020

Barranco de Los Capellanes

Alfonso propuso esta actividad, allá que fuimos él y yo. Al las 8.30 nos encontramos en un punto de la A3 para ir en un solo coche.
Nos dirigimos a Jalance, una vez llegamos al pueblo seguimos las indicaciones de Cueva de D. Juan, al pasar el mirador de los cañones del Jucar, dejamos el camino que accede a la cueva a la izquierda para seguir nosotros recto hasta la casa de Los Useros, donde dejamos el coche.

Cogemos el material necesario y retrocedemos el camino unos 30' hasta llegar al barranco. La entrada está señalizada con un gran hito.
El primer tramo lo hacemos un rato andando, con algún pequeño destrepe, hasta llegar al primer rápel.
El barranco es encajonado, muy bonito y divertido. Este sucede entre 10 rapels que oscilan entre los 4m y los 10m, y destrepes, uno de ellos en tobogán con bastante desnivel y largo, en este Alfonso decidió instalar en doble utilizando una gran roca. Mientras nosotros estábamos destrepando una cabra se acercó a hacernos una visita fugaz.
Lo más bonito del barranco es el último rápel, por las vistas que nos ofrece del río y el cañón.
Este rápel decidimos descenderlo y sobre los 20m hacer péndulo para acceder a la pequeña cueva, en la boca de esta se instaló para terminar los últimos 10m.
Una vez bajo cogemos la pequeña senda que sale a la izquierda. El retorno se complica a tramos, la senda desaparece, la vegetación corta el paso, pero lo importante es ir ascendiendo por el cañón poco a poco hasta llegar al cauce del siguiente barranco, este lo ascendemos por su derecha orográfica y nos lleva a la casa de Los Useros.
Tras el esfuerzo, arañazos y pinchazos, decidimos acercarnos a Requena a por un plato de embutido y huevos fritos, pero no fué posible, solo conseguimos unas cervezas y cacahuetes... Jajajaja
Ya en el punto inicial de la actividad de hoy, disfrutamos de ese ansiado embutido, no era de requena pero estaba rico. Caprichosos somos un rato! Jajajajaja

Redacción: Aurora
Fotos: Aurora y Alfonso

viernes, 16 de octubre de 2020

Jornadas Iniciación a la Espeleología. 16, 17,18, 24, 25 y 31 Octubre

En este curso de iniciación a la espeleología éramos 12 intrépidos cursillistas con altas dosis de curiosidad y ganas de aprender.
Algunos de ellos ya venían del curso de barrancos y otros eran totalmente noveles, no obstante, los monitores y organizadores nos supervisaban, ayudaban e incluso nos mimaban en todo momento.
El curso se desalloró en el mes de Octubre, durante 3 fines de semana y siempre bajo las medidas de seguridad y distanciamiento por la Covid.

Primer Finde.

El curso empezó en nuestras casas, pues antes de ir a una primera clase teórica los cursillistas debíamos haber leído y pasado los test de la plataforma Online.
El primer fin de semana de actividad nos daba la bienvenida un viernes tarde con la clase teórica donde nos explicaron la historia de la espeleología y del club tracalet, además de las técnicas de descenso, ascenso y manejo de aparatos.
Al día siguiente por la mañana pusimos en práctica estos conocimientos en el polideportivo de Vinalesa, en la pared del frontón equipada como espeleodromo. 
Posteriormente, por la tarde nos desplazamos a La cavidad de Cirat, en Montan. Aquí nos equipamos con los " monos de trabajo" para descubrir una cavidad en la que no hacía falta el uso de cuerdas. Este fue el primer contacto que tuvimos con una cueva, donde disfrutamos de destrepes, trepadas, oposiciones, gateras, pasos estrechos y descubrimos algunas formaciones. Al acabar la cavidad, hicimos una cena de sobaquillo en el exterior de la cueva, seguida de las conversaciones técnicas y brebajes peripitosos que finalmente acabaron en un profundo y placentero sueño en la boca de la cueva, donde la temperatura era mucho más agradable que en el exterior.
Al día siguiente estuvimos practicando cuerda en las paredes de Jerica, donde nos hicimos expertos en manejo de aparatos ascenso / descenso y pasos de cuerda fraccionados.

Segundo Finde

Después de una clase teórica online el viernes por la tarde, el sábado por la mañana nos pusimos mano a la obra.
En esta ocasión fuimos a la sima l'escola Gandia por la mañana, donde aprendimos a superar los desviadores.
A media tarde llegamos al refugio de fuente huesa en Enguera, donde una vez organizada la intendencia por los voluntario del club, encendimos unas buenas brasas cenamos una barbacoa para recuperar fuerzas.
Al día siguiente nos enfrentamos a la sima de la Cebolleja, donde por primera vez superamos pasamanos , varios desviadores y remontamos varios metros de cuerda.

Tercer Finde

En esta ocasión fuimos a la sima del Cavall, donde ahora sí, nos convertimos en unos verdaderos espeleologos. La sima tanto en la entrada como en la salida, tenía su complejidad y pasos estrechos.
Estamos muy contentos y agradecidos al club, que decidió realizar el curso dadas las circunstancias. También a los monitores y voluntarios que nos ayudaron en el curso y con toda la logística.
Las experiencia fue muy buena y esperamos poder seguir compartiendo salidas y aventuras con el club.

Redacción: Marc y Marilena
Fotos: Marc

lunes, 12 de octubre de 2020

Barranco de Pertecates. (Tous)

Para rematar las actividades de los 4 días festivos que hemos tenido en Octubre, se propuso realizar el Barranco de Pertecates en Tous. Al final nos juntamos Aurora, Marc, Marilena, Jordi, Javi y yo. Comenzamos el día en un lugar famoso por sus bocadillos donde además de lo que tomamos, afortunadamente compramos uno para llevar.

A la cabecera del barranco se llega prácticamente con el coche, ya que a escasos metros esta el primer rapel del barranco desde una represa que nosotros detrepamos iniciando el barranco por el segundo rapel de unos 14 metros parcialmente volado al que le sigue uno similar pero mas alto 28 metros. 
Tras esto viene un buen rato de caminar por el cauce esquivando vegetación y realizando numerosos destrepes. Tras algun rapel de pequeña altura que se puede destrepar se llega a uno de 6 metros con una inmensa marmita de la que se sale ayudado con una cuerda fija con nudos. 
Desde aquí el barranco se va encañonando cada vez mas y mas atractivo tanto deportiva como estéticamente. 
Se suceden una serie de pequeños rapeles que no presentan ninguna dificultad
Las instalaciones por lo general son bastante precarias en muchos casos usando parabolts con arandela y trozos de cadena en ocasiones monopunto.
Tras algún pequeño rapel mas llegamos al quizá punto mas conocido del barranco una poza llena de agua de color negro que se esquiva por medio de un pasamanos instalado en fijo.
El pasamanos presenta roces importantes que hacen que en varios puntos sea visible el alma de la cuerda pero se puede realizar con seguridad ya que se cuenta con buenos pies. Tras ella se accede a otro pasamanos situado arriba a la izquierda que permite pasar la parte mas encañonada de barranco, también con agua residual y repelar delante de esta zona.
Tras ello viene otro rapel de 29 metros aunque presenta a poco mas de la mitad una amplia repisa por la que hay que caminar para continuar el rapel. Aquí rapelamos desde una instalación bastante precaria, en teoría había un fraccionamiento para evitar roces pero solo están los tornillos sin chapas. Cuando habíamos bajado los cuatro primeros,  los dos que estaban arriba encontraron una instalación alternativa.
Tras este rapel el barranco vuelve a abrirse y el ultimo rapel se hace entre un gran caos de bloque caídos. 
Tras este rapel tenia que aparecer una senda marcada con un hito pero no fuimos capaces de encontrar senda ni hito, solo no a mitad montaña. Todo el ascenso de retorno fue campo a través sufriendo de las diferentes plantas espinosas de la zona durante casi una hora de dura subida. De forma que al llegar a los coches todos acusábamos el cansancio. 
La mayor parte del grupo resumiría el barranco con frases hechas acerca de los números. El barranco se realizo por Tracalet en 2015 y 2018 y nosotros nos aplicamos el "No hay dos sin tres" al acabar el retorno teníamos claro que "A la tercera va la vencida" y a todos si nos preguntar por volver contestaríamos que "Una y no mas santo Tomas"

Redacción: Alfonso
Fotos: Marc y Aurora

domingo, 11 de octubre de 2020

Sima de Orón

El puente de octubre decidimos visitar una serie de cavidades de Murcia, entre ellas la sima Orón. La verdad es que fue un finde un poco desastroso, se nos rompió la llave de la sima de la Higuera, nos llovió y nos quedamos a medias en la sima de Orón (bueno también nos fuimos de tapas a la plaza de las flores de Murcia capital, visitamos la famosa sala Cartagena de la sima Destapada, visitamos la geoda de Pulpis… y nos reímos un montón…).
Bueno a lo que iba, siguiendo las reseñas del parquin, nos lo pasamos, ya que ponía que se aparcaba en una cancela en el camino de las baterías y esa cancela no existe ya. Por ese motivo continuamos hasta el parquin de las baterías, y como ya estábamos allí y teníamos tiempo de sobra, insistí en visitar las baterías, muy chulo. Nos colamos por un agujero (como buenos espeleólogos) y accedimos al interior de las baterías. Hicimos espeleología industrial.

Cuando salimos de explorar las entrañas de esos dos monstruos, volvimos al coche y dimos media vuelta para intentar localizar el parquin de la sima. Tuvimos tan mala suerte, que el camino se había colapsado con los coches de cientos de turistas que querían llegar a las baterías, eso nos retrasó y tardamos al menos media hora en hacer dos kilómetros hasta el verdadero parquin. Y os preguntareis… ¿por qué joroba nos cuenta este rollo? Sencillo, para justificar porqué empezamos la actividad a las 12 del mediodía y no la terminamos… El camino de acceso a la sima Orón, aunque es bonito, no deja de tener su riesgo. La senda discurre entre rocas y espinos, al borde de un acantilado. Muchas veces la senda se desdibuja y es fácil equivocarse de camino. 
Eso nos llevó más tiempo del previsto, pero aun confiábamosen bajar toda la cueva, ya que en la reseña ponía que dos personas que no conocían la cueva la hicieron en dos horas. Para llegar a la cueva lo mejor es seguir los hitos y unas pintadas en blanco que se suponen que son una “J”. En un momento dado, el camino que siempre se dirige hacia el este, cuando se está cerca de una gran depresión, baja hacia el mar y gira en dirección oeste. 
Allí encontramos los tramos con cadenas y línea de vida que llevan a la boca de la cueva, pero el último tramo, que parece una ferrata montada con clavos, decidimos no hacerla y instalar una cuerda para descender a la boca rapelando. Este descenso tiene unos 40 metros fraccionados. Las instalaciones están en bastante buen estado.
Una vez en la boca de la sima, nos equipamos comimos algo y entramos al lio. La entrada es mas o menos cómoda, y se llega rápidamente (después de pasar por la primera de las gateras) a una sala bastante grande con formaciones muy, muy bonitas de un mineral tan puro que es transparente. 
Tras recorrer la sala y hacer las fotos de rigor, entramos en la siguiente gatera, la que tiene el famoso cartel de “Peligro desprendimientos”. La verdad es que acongoja un pelín, pero se puede pasar, aunque sin elegancia, vamos que te arrastras cual gusano. 
Es debe tener unos dos metros, no es una gatera grande pero… Continuamos avanzando, aunque ya nos habíamos dado cuenta de que no podríamos terminar la cueva antes de que anocheciera y no queríamos volver por el acantilado de noche. Nos metimos un poco de prisa, pero resultaba difícil el progreso, dado que la cueva tiene bastantes ramales y no está muy indicado el camino correcto (aunque hay montoncitos de piedra que indican el camino a seguir, si se encuentran). 
Tras lo que me parecieron tropecientas gateras y agujeros por los que tuvimos que arrastrarnos, llegamos a una sala de bloques de caos, de donde partían múltiples salidas y corredores que no llevan a ninguna parte. Ahí perdimos bastante tiempo en encontrar el camino correcto. Los bloques de caos, estás hechos de micro láminas de caliza, intercaladas con micro láminas de arcilla, lo cual quiere decir que la roca se deshace. Al pisar las rocas se deshacen y el resbalón está asegurado. Cuando por fin Encontramos la continuación, llegamos a una rampa instalada con una cuerda fija en mal estado, que nos llevaba a otro tramo de gatera infernal… Ahí decidimos dar la vuelta, ya que se nos habían hecho las 5 de la tarde y estábamos cansados de arrastrarnos por el suelo. 
Creemos que ni siquiera habíamos llegado a la mitad, aunque no lo sabemos ya que la referencia que nos habíamos descargado era totalmente imprecisa… La vuelta fue más rápida, por las ganas de salir, supongo, jejejejejejeje. Fin.

Redacción: Salva
Fotos: Salva y Chema