sábado, 31 de mayo de 2025

Jornada de Monograficos Instalaciones - Autorescate

Este finde semana se organizó una formación interna del club , tanto para barranquistas como espeleólogos. La idea era hacer un monográfico de autorescate y otro de instalaciones . La formación se desarrolló en las paredes de Enguera, donde el sábado se hizo una formación de autorescate para las dos disciplinas. Como ya habíamos tenido que hacer deberes previos, nos dimos cuenta que la prevención era muy importante, y para combatir la ola de calor íbamos muy bien preparados. Por la tarde hicimos una formación de nudos y teoría de instalaciones .

El domingo repasamos las instalaciones de cabeceras tanto tn barrancos como en espeleo , y repasamos la teoría aprendida que luego pusimos en práctica. Otra de las prácticas realizadas fue enseñar a espirar y usar correctamente los elementos de la saca de espitar correctamente. El día acabó con una buena paella y dando un paseo refrescante por el lago de Anna.
Nos lo pasamos tan bien que ya estamos planeando la segunda parte de la formación . La práctica y el refresco es la mejor herramienta de prevención .

sábado, 17 de mayo de 2025

Encuentro Espeleovelez 2025

Como no podría ser menos, una representación del Tracalet acudió al encuentro espeleológico y cultual en Vélez, también conocido por Espeleovelez. En este encuentro nos reunimos y coincidimos con espeleólogos de todos los rincones de la península. Hay que reconocer que estaba muy bien organizado, y que se cuidaba mucho a todos los participantes.

El viernes una cena fría abundante, rica y con embutido local. Sábado por la mañana desayuno y cada participante se iba a la actividad que estaba inscrito. En nuestro caso, nos dividimos en distintos grupos y se visitaron las cavidades de : Sima Saliente, Sima Alqueria... , y las paredes de escalada de la zona. Después de la mañana de actividades, comida de Paella rica, y se sucedieron una serie de conciertos encadenados hasta bien entrada la noche.
Buena gente y buen rollo. El domingo, se visitaron las pinturas rupestres y castillo de la localidad.
Finde completado de deporte, fiestuki y cultura. Con muchas ganas de repetir en 2026.

sábado, 3 de mayo de 2025

Torrent de Son Gallard, Campaña Barrancos Mallorca

Actividad: Descenso del Torrent del Gaiàrt Participantes: Iván, Marc, Pimpollo, Sevi y Salva El grupo realizó el descenso del Torrent del Gaiàrt, un barranco seco situado en Mallorca, conocido por su rápida evacuación de aguas y por ser adecuado para iniciación. La jornada transcurrió sin incidencias técnicas mayores.

El recorrido presentó varios rápeles con posibilidad de roce, por lo que se optó por instalar la mayoría en doble para preservar las cuerdas.
Destacó el último rápel, con un tramo volado de aproximadamente 20 metros dentro de un total de 27 metros de descenso. Tras completar este rápel, se efectuó un destrepe que condujo hasta el nivel del mar, ofreciendo un entorno paisajístico de gran atractivo.
La progresión final consistió en un tramo de costa sobre bloques de caos provenientes de derrumbes antiguos, hasta alcanzar una zona arbolada donde se localizó la senda de salida. Desde allí, el equipo accedió al antiguo camino forestal, aún en buen estado, y ascendió pasando varios miradores hasta el mirador de Zaforatata, punto donde se había dispuesto el vehículo de retorno.

Barranco Bolomor, 3 Mayo 2025.

La idea era montar una salida barranquista para los compañeros y compañeras del club que tienen menos experiencia. Tras haber realizado algunas prácticas de iniciación en el roco, era buen momento para proponer un barranco factible para todos los públicos. Así, se me ocurrió proponer el descenso del barranco Bolomor, en Tavernes de la Valldigna. Es un barranco seco, fácil, corto, aunque con una aproximación un tanto exigente. Se trataba de un barranco desconocido para todos los participantes, incluso para mí, aunque tenía referencias de su escasos compromiso y nivel técnico, y también de su belleza y exuberante vegetación (que apenas molesta), impropia de nuestras tierras. Durante la semana a la salida se unen Mireia, Clara, Carlos y Lorenzo. Como se trataba de implicar, en este caso, a las menos experimentadas, planteo previamente que Mireia y Clara se encarguen de buscar información del descenso en la web, incluyendo: ubicación, ruta hasta el aparcamiento, track de aproximación y retorno, número de rápeles, altura del rápel más alto… y de que propongan el material necesario para el descenso, incluso las cuerdas que debemos portar. Argumentado el material necesario y con toda la información requerida en nuestra manos, aportada por las participantes, se plantea el descenso para el sábado día 3 de mayo.

Nos vamos con un solo coche, el cual dejamos en el aparcamiento indicado en la reseña que llevamos. Justo enfrente se observa la entalladura que el barranco objeto de nuestro descenso a labrado en la montaña. En las faldas se encuentra la cueva de Bolomor, un yacimiento del paleolítico, del cual el barranco toma su nombre. No sin esfuerzo y tras varias paradas para tomar aire concluimos la aproximación hasta el cauce, invirtiendo más de una hora para la subida. Menos mal que el día no está totalmente despejado y las nubes nos protegen de los rayos del sol, que en esta época del año y estas horas, ya calientan.
La bajada al cauce, empinada, ya expone la exuberante vegetación que nos va a acompañar en prácticamente todo el descenso, donde apenas entran los rayos del sol. Los cinco nos quedamos un tanto asombrados ante tal espesor vegetal, tanto color verde y frescor, exaltados, seguramente, por las lluvias de marzo y el buen tiempo de abril. El paso de los barranquistas, que se intuye un tanto frecuente, permite el paso entre árboles, arbustos y alguna que otra zarza.
Llegamos así avanzando por el lecho del barranco unos quince minutos más, incluyendo algunos destrepes, hasta que llegamos a la primera reunión, que salva un desnivel de casi 30 m., donde encontramos dos rápeles seguidos de unos 11 m. y 16 m., aprovechando una plataforma intermedia. Nos ponemos los arneses y nos equipamos con los cacharros. Ha sido bueno que Carlos y Lorenzo también se hayan aventurado en esta ocasión, así uno se quedará arriba en reunión, otro bajará el primero y se quedará en la reunión intermedia, y el tercero descenderá hasta la base del segundo rápel para asegurar al resto.
Carlos instala el primer rápel. Bajo yo a la reunión intermedia, y siendo que esta queda un tanto elevada sobre la plataforma inferior, decido aprovechar para que Mireia y Clara practiquen aquí el paso de un fraccionamiento. Lorenzo baja después y se queda en la base asegurando. No sin algún apurillo para Clara en este fraccionamiento, todos superamos este paso. Los rápeles siguientes no nos plantean ninguna dificultad. Tampoco los destrepes equipados que nos encontramos. El cuarto y último rápel es sin duda el más bonito y canalizado del descenso.
Sin más percance acabamos el descenso, y como estamos cansados, decidimos no visitar en esta ocasión la cueva de Bolomor y marchar en busca del coche para comernos el bocadillo y buscar a continuación un bar en Tavernes para completar la tarde que, al final, ha resultado amena y divertida con una fantástica compañía !!! Javi M.

viernes, 2 de mayo de 2025

Torrent de SaFosca Integral, Campaña barrancos Mallorca.

Descenso integral de Sa Fosca. Torrent de Gorg Blau i Torrent de Sa Fosca. Participantes: Iván, Marc, Pimpollo, Sevi y Salva --- Hoy el grupo de élite tracalero decidió aventurarse a realizar el descenso integral de Sa Fosca, uno de los barrancos más míticos de la isla y, posiblemente, uno de esos descensos obligados para todo barranquista que se precie. Aunque la mayoría del grupo ya había realizado el descenso anteriormente (excepto Marc e Iván), todos recordaban que era un barranco largo y exigente. Los veteranos eran conscientes de lo frío y extenso del recorrido, pues en anteriores ocasiones habían sufrido largas esperas debido a la alta concentración de caudal y barranquistas. El plan era ambicioso: completar el descenso integral, entrando por el Gorg Blau, continuando por Sa Fosca y finalizando por el Torrent de Pareis en tiempo récord. Como descubriréis más adelante, no todo salió como planeado, pero el grupo supo sobreponerse a las adversidades. Ya concentrados la noche anterior, el equipo se acostó tarde preparando el material y reponiendo líquidos como dictan los estatutos: con una buena cena y debidamente hidratados. A las 6:00 sonaron los despertadores. Tras un desayuno copioso, realizamos la combinación de coches, dejando el vehículo de retorno en Sa Calobra. Durante esta maniobra, nos cruzamos con nuestros amigos del Club Flash de Madrid. ¡Qué casualidad!

La aproximación, evidente por el cauce, ya nos sorprendió por la cantidad de maleza, arbustos y ramas que dificultaban el avance desde el inicio. El Gorg Blau se descendió sin grandes dificultades, alternando el montaje de los rápeles, ya que todos íbamos equipados con cuerdas. El caudal era muy bajo, por no decir casi inexistente, permitiendo cruzar la mayoría de pozas sin dificultad hasta el rápel 9, donde mojarse fue inevitable.
Nos llamó la atención la gran cantidad de troncos encontrados al final del Gorg Blau. Estos bloqueaban el cauce, obligándonos a montar una instalación natural en los mismos troncos y a realizar un rápel de aproximadamente 8 metros para retomar el cauce. Las últimas pozas presentaban agua estancada y fría, aunque los olores eran soportables. La marmita trampa previa al paso des Duro estaba equipada con cuerda fija, lo que facilitó la salida. Aprovechamos para reponer fuerzas antes de continuar. Tras un par de rápeles adicionales y la instalación de un pasamanos, llegamos al inicio de Sa Fosca, donde la oscuridad era total, igual que en una cueva. Con el caudal bajo, los sifones no presentaron problemas. Sin embargo, en algunos puntos fue necesario remontar bloques escalando desde el agua. La poca profundidad complicaba la salida, requiriendo fuerza de brazos y habilidad. Nada que nuestro grupo de élite no pudiera superar, incluso con las panzas llenas.
El agua de Sa Fosca estaba fría, pero la buena coordinación y el avance rápido evitaron que el frío fuera un problema. Un fenómeno curioso fue el viento que corría por el barranco, probablemente causado por el paso de meandros estrechos a salas más amplias, algo habitual también en las cuevas. Ya fuera de la zona oscura, tras tres rápeles más, alcanzamos la intersección de los torrentes. Allí tocaba decidir: regresar por el Torrent de Pareis hacia Sa Calobra (donde estaba el coche de retorno) o afrontar la temida y larga senda de retorno hacia la carretera (donde estaba el coche en la cabecera). Después de un debate interno y con la noche ya caída, optamos por la senda de Sa Fosca. Trepamos un bloque y avanzamos por el cauce hasta encontrar la senda bien marcada hacia la derecha. La subida fue constante y exigente. A media ascensión recuperamos la cobertura telefónica y continuamos hasta la carretera, donde nos esperaban aún unos 3 km (unos 40 minutos) hasta el coche.
Tras recuperar ambos vehículos, regresamos al cuartel general de madrugada, cansados pero muy contentos. Actividad larga y dura para nuestros campeones, donde el bajo caudal y los obstáculos naturales del cauce dificultaron el avance. Aun así, todos coincidimos en que repetiremos en el futuro, entrando directamente en Sa Fosca y finalizando por el Torrent de Pareis.

jueves, 1 de mayo de 2025

Torrent del Lli, Campaña Barrancos Mallorca.

Participantes: Iván, Marc, Pimpollo, Sevi y Salva El Equipo Tracalet desplazado a Mallorca se aventuró en el descenso del Torrent des Lli, en Mallorca. Un barranco seco que, aunque considerado de iniciación, presenta una serie de rápeles que exigen atención y buena gestión de cuerda. Incidente de acceso: Mientras nos preparábamos junto al vehículo de cabecera (zona de aproximación), un vigilante de seguridad nos informó que el acceso no estaba permitido. En ese momento, un vecino que pasaba en coche por la carretera se detuvo al vernos equipándonos. Nos preguntó en mallorquín sobre nuestra intención y, tras una breve conversación en valenciano por nuestra parte, comprendió que éramos un equipo preparado y nos autorizó a realizar el descenso. Primer obstáculo superado gracias al diálogo y el respeto mutuo.

El descenso: El barranco cuenta con un total de 10 rápeles según la topografía: R-1: 9 m R-2: 22 m R-3: 9 m R-4: 7 m R-4a: 30 m R-5: 12 m R-6: 54 m (dividido en 40 m + 15 m) R-7: 11 m R-8: 12 m R-8a: 20 m R-9: 30 m R-10: 6 m (tobogán opcional) Aunque el descenso transcurrió sin incidencias graves, las cuerdas alcanzaron temperaturas muy elevadas debido al roce y al uso continuado. Es aconsejable mojar las cuerdas antes de comenzar este barranco, especialmente en días calurosos o con grupos numerosos. En esta ocasión no se hizo y, como consecuencia, uno de los compañeros sufrió una quemadura considerable en el brazo provocada por el sobrecalentamiento del descensor. Tras la actividad, fue necesario acudir a una farmacia para tratar la lesión. Anécdota importante: Durante el recorrido, Iván extravió su cartera, que había retirado del bote estanco. Contenía documentación personal y dinero. Días después, la Policía Local de Mallorca, en coordinación con la Policía Local de Valencia, localizó a Iván para informarle que la cartera había sido recuperada con todo su contenido intacto. A día de hoy, Iván mantiene el deseo de encontrar a la persona que la halló para poder agradecerle personalmente e invitarle a una buena paella. Final del descenso y celebración: Tras completar el descenso y realizar la combinación de vehículos, el equipo se dirigió a una cala cercana con puerto deportivo donde, ya relajados y con el trabajo bien hecho, disfrutamos de una comida espectacular: arroz con bogavante que puso el broche de oro a una jornada intensa y llena de aprendizajes.
--- Resumen técnico breve: Barranco seco con 10 rápeles (máximo 54 m). Atención a los roces y al calentamiento de cuerdas y descensores. Retorno accesible, terminando en el vehículo previamente situado. Reflexión final: Como buenos tracaleros, superamos los imprevistos con cabeza fría, cuerda firme y alguna quemadura de guerra. Y, como manda la tradición, terminamos donde mejor sabemos cerrar una jornada: alrededor de una buena mesa, con arroz, bogavante y brindis que saben a victoria. Así es el Tracalet: técnica, compañerismo y buen comer. Repetiremos.

lunes, 28 de abril de 2025

Barranco OTONEL 28 /04/2025

Tras varios intercambios de palabras por whatsapp entre los compañeros durante la semana finalmente concretamos el descenso del Otonel para el lunes día 28 de abril, que era festivo en Valencia. Todo un clásico de nuestra zona que nunca defrauda, y menos con el caudal con el que nos lo íbamos a encontrar, que cierto es que nos proporcionaba un tanto de duda e incertidumbre en cuanto a la garantía de éxito y disfrute del descenso de los participantes. Par allá que nos vamos Ana Cristina, Alfonso, Cristina, Ana, Iván, María, Héctor y el que escribe (Javi M.). Nos encontramos en Dos Aguas a las 9.30. Allí tomamos un rápido y ligero desayuno y sin entretenernos marchamos hacia el aparcamiento superior. Cómo previamente había asignado un compañero a cada instalación, así como también se había dado alguna instrucción para implementar mayor seguridad y agilidad al descenso, todo el mundo ya sabía lo que tenía que hacer. Así, tras realizar la combinación de coches y valorar Alfonso el “caudalímetro” del Otonel en la presa superior, visible desde el aparcamiento, y vaticinar un caudal más que generoso, iniciamos el descenso.

El descenso de la primera parte se sucede según lo previsto. Las chorreras, en un esplendor cautivador. Me llama la atención la limpieza de vegetación que en algunos puntos el temporal de lluvia pasado a realizado. También, el cambio del curso del agua a la altura del R4 (rápel-tobogán) y su rápel previo arrampado: el agua ya no discurre por el lateral derecho del cauce, sino por una porción de lecho más centrado en la anchura del barranco, circunstancia que ha provocado que el agua ya no descienda por el cásico “tobogán” del R4, el cual, por primera vez, veo prácticamente seco, al descubierto, a pesar del nivel del caudal. Hasta aquí el caudal no parece nada preocupante, más bien todo lo contrario, parece factible para su disfrute total, esto es, sin tener que ir con el culo apretado. Pero el R5 (60 m.) nos pone las pilas, nos sitúa en la realidad, y nos alerta sobre la importancia de saber valorar (no infravalorar, no subestimar) un caudal aparentemente nada peligroso. El agua aquí cae con bastante fuerza que nos arremete a todos los participantes en ciertos puntos del rápel. Iván, de nuevo, baja primero igual que en el R1, para valorar el caudal. Alfonso, que baja después, se quedará en la base para ayudar, en su caso, en la recepción, al resto de compañeros. Yo me quedo arriba en la reunión. Pero nada más de eso, uno a uno todos conseguimos su descenso con éxito, por el rápel que instalo desde la instalación clásica de la derecha orográfica, aunque quizá con no tanto disfrute… salvo aquel que proporciona la satisfacción de haber bajado la cascada por su línea activa, con atención, pero sin percances.
Fin de las partes superior y media del descenso. En la badina grande nos juntamos todos, compartimos la experiencia del R5 y del resto del descenso y decidimos qué hacer a partir de este punto. No me quiero perder la vivencia de la parte inferior con este caudal y le propongo aquí a Iván seguir para realizar lo que queda del descenso, donde el R7 parece suponer la parte más comprometida del mismo por las dificultades que pueden suponer “el agujero” y la canalización del agua en este tramo. Ana Cristina, Héctor y María se unen a la experiencia. Así encontramos le último rápel, situado ya después del puente, en el tramo inferior del barranco deportivo. Sin embargo, contrariamente a la apreciación que se tiene desde su cabecera, desde la cual lo único que se ve son los primeros metros del chorraco y al fondo la badina final, no resulta nada difícil su descenso, puesto que, como se puede apreciar en la fotografía, es posible evitar el agua si se rapela por las franjas de lecho seco que presentan ambos tramos del rápel, el primero a la izquierda orográfica, el segundo a la derecha, atravesando sin dificultad la vena una vez pasada la altura del agujero, con atención para no introducirse en este. Tampoco la recepción en la badina final presenta dificultades si se evita el agua por alguno de sus costados.
En este rápel, a diferencia de los anteriores, bajo yo el primero, para no darle más faena a Iván (o eso creía yo…), que se queda en la cabecera del R6, y que ya se había ganado el pan en el R5, en el que además de bajar el primero, había llevado consigo la cuerda de recuperación hasta la base del rápel. Instalo, dejo a Ana Cristina en la reunión del R7 con algunas instrucciones que creo importantes para el resto del grupo y me bajo. Nada más rapelar unos metros visualizo la situación, con el escalón central del rápel y su agujero (el cual no invita nada a su entrada), y la franja izquierda, seca, la cual aprovecho para librar parte del caudal, y cuando llego a la zona del escalón, nada más pasar este veo la otra parte, la derecha, seca también. No resulta difícil. Después descienden Ana Cristina, Héctor y María, tos ellos y ellas sin problemas. Pero a Iván, el último de la partida en bajar, sin saberlo ninguno, aún le iba a quedar trabajo extra, una vez más. Tiene la mala suerte de acertar con el lanzamiento de una de las mochilas: de pleno al agujero. Limpia, como se dice en el baloncesto. Le hacemos indicaciones desde abajo para que no lance la otra mochila. No le quedará más remedio que asomarse al agujero y tratar buscar la saca. Desciende por la izquierda seca hasta la altura del escalón intermedio, aquí lanza a la badina inferior, ahora sí, la otra mochila que portaba. Se asoma al agujero y por suerte localiza la saca dentro, y sin ser captado por el chorraco de agua que bajaba con fuerza consigue extraer la saca. Oeeeeeeeeee.
Final feliz. Todos a casa, no sin antes parar en el bar de Dos Aguas, donde la dueña nos dice algo, que no entendemos muy bien, sobre un apagón eléctrico en toda España y algún otro país europeo…

domingo, 27 de abril de 2025

Sala Cartagena, Sima destapada, Isla Plana. 27/04/2025

La Sima Destapada es la más profunda de la Comunidad de Murcia, llegando a los 230m de profundidad y contando con varias zonas diferenciadas: las diaclasas de acceso, la Sala Cartagena, el Pozo de los Murcianos, y la Red de Galerías y Pozo Salva. Somos un grupo motivado, pero no tanto, por lo que decidimos centrar la visita en la Sala Cartagena y dejar el resto para otra ocasión.

Dejamos los coches al lado del camino de acceso y subimos por la ladera de la montaña hasta llegar a la boca de entrada, desde donde hay unas vistas preciosas a la playa y la Isla Plana. Una vez allí, nos equipamos y nos adentramos en la cueva un grupo de 8 personas. El acceso comienza con un descenso de pocos metros, hasta llegar a una ventana a través de la cuál llegamos hasta la diaclasa, realizando un pequeño péndulo. Encontramos un pasamanos, seguido de un pozo de pocos metros. A continuación nos topaos con el segundo pasamanos, que es el que presenta mayor dificultad técnica al estar inclinado, tener que progresar a través de él en oposición y ser bastante estrecho (personalmente, salí de allí con más cardenales que el Vaticano). Cuenta con 5 puntos. Nos costó un poco encontrar el 5º punto porque el trayecto parece dirigirse hacia una ventana que se ve al fondo, hacia arriba y a la derecha. Sin embargo debemos dirigirnos, según lo vemos desde el 4º punto del pasamanos, hacia el fondo a la izquierda, bajando un poco de altura.
Este 5º punto nos da el acceso a un pozo de unos 25m que se sigue de otro pasamanos, mucho más amplio que el anterior. Al terminar este pasamanos, descendemos hasta el fondo de la diaclasa realizando varios destrepes. Una vez aquí, conviene quitarnos el equipo de progresión vertical, para evitar dañar las formaciones que ya empezamos a encontrar.
Vale la pena destacar que la mayoría de reseñas que encontramos sobre la cueva hablan de instalaciones de espits y de utilizar una cuerda de 60m. Sin embargo, la cueva cuenta ahora con instalaciones químicas (al menos en lo que respecta al acceso hasta la Sala Cartagena). Debido al cambio de los puntos de anclaje, nosotros necesitamos una cuerda de 30m para llegar hasta el segundo pasamanos, y otra de 70 para realizar el resto de la progresión, y aún así llegó muy justa. Una vez en el fondo de la diaclasa parece que hemos llegado a un mundo sacado de Disney, y empieza el momento fantasioso. Nos encontramos en la diaclasa de acceso a la Sala Cartagena, llamada Callejón de las Flores. Se trata de una auténtica preciosidad cubierta en su totalidad de formaciones de calcita, pisolitos y aragonito: una maravilla brilli brilli. Avanzamos con todo el cuidado del mundo para evitar dañar estas formaciones y llegamos a la ya nombrada sala.
Se trata de un espacio impresionante, de 15m de altura, 75m de longitud y 25m de ancho aprox. Tiene un par de tramos balizados. Uno de ellos lo encontramos al fondo izquierda, según entramos, donde encontramos zonas con estalagmitas y gours.
De vuelta en la zona central de la sala, encontramos unas gateras que conectan entre sí, bastante amplias y repletas de las formaciones tan particulares de esta sima. Después de unos minutos realizando las fotos de rigor y explorando la cavidad, retomamos el viaje de vuelta (a la superficie y algunos de nosotros a Valencia), cansados y algo deshidratados, pero felices con lo encontrado. Laura.

sábado, 26 de abril de 2025

Sima De la Higuera, Pliego (Murcia). 26/04/2025

El viernes 25/04/25 nos dirigimos a Murcia con intención de realizar la Sima de La higuera al día siguiente. Previo a ello, nuestro muy valorado presidente Marc se había encargado de las gestiones necesarias: obtener los permisos por parte del Ayuntamiento de Pliego, obtener varias bolsas de orina de emergencia (ya que no podemos dejar residuos en la cueva y somos personas cívicas) y reservar alojamiento en el refugio de la Federación de Espeleología de Murcia. Con todo ello, el sábado 26/04/25 -previo abundante desayuno-, acudimos al Bar Casino (Pliego) para obtener las llaves de la verja que protege la cueva, y tomar un último café antes de entrar en la cueva. Llegamos al Parking de la Higuera donde dejamos los coches, nos equipamos y, tras unos 15 min de camino, llegamos a la boca de la cueva, la cual se encuentra coronada por una portentosa higuera y la agradable sombra que éste proyecta (y la verja).

Salva comenzó con la instalación y posteriormente uno a uno fuimos bajando por el pozo de acceso, de 72m en total, dividido en 3 secciones, siendo llamativo la presencia de abundantes raíces de la higuera en el primero de ellos, así como cierta estrechez generalizada. Fue suficiente con 100m de cuerda.
Al finalizar el pozo llegamos a la sala de la unión, donde dejamos el material de progresión vertical. En esta sala encontramos un pequeño pasillo balizado que nos lleva hasta un delicado bosque de coral. Posteriormente continuamos unos 30m de paso estrecho (también balizado) en el que destaca un paso final con cierta caída vertical, en la que fue necesaria la ayuda entre compañeros.
Tras este paso estrecho llegamos a la Sala de la Bañera, donde encontramos un pequeño lago de aguas cristalinas de unos 6m de longitud y aprox 1,5m de profundidad máxima. Previamente al baño, pasamos a ver los restos del lince. Una vez acabada la visita de los restos arqueológicos y ya mentalizandonos en la bañera, nos quitamos el mono dada la más que probable posibilidad de acabar mojados al atravesarlo, aunque algunos espeleólogos avanzados consiguieron pasarlo sin mojarse usando técnicas de oposición. Otros no tuvimos tanta suerte.
Continuamos avanzando algunos metros más sin grandes dificultades técnicas, hasta llegar a la Sala del Paraíso, repleta de sus llamativas formaciones entre las que nos llamaron principalmente la atención las folias (que nos recordaron a intestinos, patas de elefante, muelas, cebollas… según a quien le preguntes), y los conos de calcita doble (que nos recordaron a gnomos, con caras inquietantemente tristes).
Después de semejante espectáculo, deshicimos lo andado, atravesamos de nuevo el lago y yumamos de nuevo hasta las raíces de la higuera.
Fue una actividad sumamente sorprendente y agradable, formada por un variopinto equipo de 10 espeleólogos de diferente nivel y experiencia, donde no faltaron las anécdotas y el aprendizaje.

domingo, 20 de abril de 2025

Travesía Humos-Cañuela, 20/04/2025. Cantabria.

Para el último día de la campaña nos decantamos por una nueva travesía ubicada en el sistema Cañuela llamada Humos-Cañuela, travesía que al final resultó ser la actividad más exigente, para nosotros un puntito por encima de la Rubicera- Mortero. Entraríamos Carlos, Chema y Marc, ya que Raimon tiene que volverse ese día a Valencia pero nos hace el favor de acercarnos antes de irse al parking superior de la travesía, ya que al igual que para su vecina, la Tonio Cañuela, es necesaria la combinación de coches: el parking inferior se sitúa en una pista que cogeremos a mano izquierda pasado Arredondo dirección Bustablado, mientras que el superior se localiza ascendiendo por Los Machucos, debiendo dejar el coche un poco más abajo o muy cerca de la boca (opción sólo recomendable para todo terrenos), con una distancia de poco más de 1 km entre ambos aparcamientos. https://es.wikiloc.com/rutas-espeleologia/los-humos-canuela-156253257 En caso de aparcar en el parking más elevado, el acceso a la boca es casi inmediato, a mano derecha de la carretera encontramos una depresión en la que se localiza la boca, no en la parte inferior de dicha depresión sino en la ladera de la misma, a un nivel más elevado a mano derecha de la pista (recomendable llevar track ya que la boca es muy pequeña y nos costó un rato encontrarla).

En caso de aparcar en el parking más elevado, el acceso a la boca es casi inmediato, a mano derecha de la carretera encontramos una depresión en la que se localiza la boca, no en la parte inferior de dicha depresión sino en la ladera de la misma, a un nivel más elevado a mano derecha de la pista (recomendable llevar track ya que la boca es muy pequeña y nos costó un rato encontrarla). El retorno es el habitual desde la cueva Cañuela, con la particularidad de que al haber llovido un poco a lo largo del día, cuando salimos de noche la fuerte pendiente que hay que descender estaba totalmente embarrada provocando que nos cayéramos varias veces y haciendo que alguno de los tres decidiera bajar directamente de culo, estaba más peligroso casi el retorno que la cueva (30-40 minutos teniendo en cuenta la dificultad añadida). La travesía nos daba mucho respeto porque ninguno de los tres había descendido previamente la torca de Humos (sí conocíamos ya el recorrido por Cañuela), que con sus 28 rápeles para descender 453 metros (sin contar los fraccionamientos), sus gateras y pasos estrechos, sus tramos de ascenso por cuerda y su gran pozo “estado de alarma” de 80 metros fraccionado a mitad, no teníamos claro el tiempo que podría costarnos su descenso; aunque la reseña le da 4 horas y media de total al descenso de la torca, nosotros siendo 3 y experimentados y apenas parando nos costó cerca de 7 horas su descenso. La torca está perfectamente instalada para la técnica de cuerda recuperable, tiene todos los pasamanos y el primer pozo de 10 metros en fijo (el resto hay que equiparlo, recomendable dos cuerdas de 60 metros como mínimo o varias que sumen esa longitud (para la recuperación), aunque es recomendable el llevar alguna cuerda más corta. Empieza siendo muy estrecha en sus primeros pozos, con algún meandro muy peleón como el Meandro de Los Humos, pero se va haciendo más cómoda progresivamente, encadenando pozos con algunas dificultades intermedias como el Paso del Coronavirus o el Paso de las Penurias, gateras que si bien son estrechas se superan sin mayores dificultades. Nos gusto mucho su descenso, una actividad técnica, muy completa y entretenida que no da tregua.
El trayecto por el curso activo del río que nos llevará hasta la cueva Cañuela es un auténtico espectáculo que nos sorprende a cada paso con sus rincones llenos de formaciones, destacando la abundante presencia de una que no habíamos visto hasta ahora, la “moonmilk”, semejante a una blanca espuma que lo recubre todo en algunos tramos de la travesía. Además, los meandros altamente concrecionados que encontramos, la gran cantidad de estalactitas y estalagmitas, entre otros, nos hace desear que los espeleólogos seamos capaces de preservar y no deteriorar estos rincones con nuestro paso a medida que la travesía vaya siendo más conocida y realizada. Aunque en algún tramo nos arrastramos un poco por el agua o nos mojamos en el río, en absoluto fue necesario neopreno, al menos en las condiciones en que encontramos la cueva (ni siquiera tuvimos goteo en los pozos de la torca, pero en carga podría cambiar mucho la cosa). Nos arrastramos, superamos meandros en oposición, realizamos algunos rápeles, descendemos alguna cascada, superamos algunos pasamanos, disfrutamos de algunas salas como la Sala de la Playa con un montículo de arena coronado por estalactitas, algunos destrepes algo delicados, un agujero soplador…
Finalmente tras este fantástico recorrido por el curso activo donde no podemos dejar de hacer fotos de todas las formaciones encontradas, nos incorporamos a Cañuela a nivel de la galería 10 de Agosto, donde ya por camino conocido y bastante cansados ya de todo el ejercicio acumulado estos días, en hora y poco estamos saliendo de la cueva, para un total de unas 12 horas de espectacular e impresionante travesía, con la mala noticia de que llueve pero la buena de que aún llegamos a tiempo de recuperar fuerzas con una buena cena en Margari.
Redacción: Chema