Son las 9 de la mañana y estoy esperando a Carlos. Nos vamos mano a mano, Carlos y un servidor (Salva García), a la Vall d’Ebo a realizar el barranco de Penyals. Ha sido pensado y hecho. Tiene dos pasamanos interesantes y uno previo para calentar. Yo no tenia experiencia en el montaje de pasamanos (solo la teoría), así que barranco perfecto para seguir aprendiendo.
Pista de Silla, AP7, Oliva, Pego y llegamos a la Vall d’Ebo. Por momentos la cosa se pone muy fea... los dos primeros bares cerrados. Por fin encontramos uno abierto. Tras un buen almuerzo, nos dirigimos al PK11 para dejar el vehículo y comenzar la aproximación.
Aproximación sencilla y en seguida nos metemos en el barranco. Tras un recorrido llano de pequeñas marmitas evitables llegamos al primer pasamanos de 5m que termina en un rápel de 7m.
Este primer pasamanos es el mas corto y sencillo, por lo que me pongo yo a montarlo en modo autoasegurado. Mi primer pasamanos.
Tras este primer pasamanos viene una zona estrecha con pequeñas marmitas residuales y toca mojarse hasta la cintura en alguna de ellas. En este tramo se encuentra un rebujo aspirante que habría que tener en cuenta con caudal alto.
Tras dos rápeles cortos y una marmita perforada muy bonita, llegamos al segundo pasamanos. Este pasamanos ya es de 10m y muy aéreo. En este caso se monta en modo asegurado por un compañero. Lo monta Carlos y le aseguro yo. Tramo inicial con tramos de pared mojada lo que lo hacia mas “divertido”. Ante la dificultad de alcanzar el penúltimo anclaje se procede a utilizar una técnica muy novedosa llamada “quitar peso”. Carlos deja la mochila en uno de los anclajes y con ello consigue alcanzar el siguiente punto. La mochila es peso y desequilibrio. Pasar desmontando sobre los tramos de pared mojada y de camino colgarte una segunda mochila en una zona totalmente aérea también tenía su gracia.
En el tercer pasamanos de también 10m, invertimos los papeles. En este caso es una instalación con anclajes químicos y sin anillas (uno de los anclajes se mueve). Este pasamanos también bastante aéreo, pero mas sencillo que el anterior.
Tras unos destrepes, un rápel que evitamos y una salida de marmita complicada, llegamos a un rápel guiado que evitaba una marmita con bastante agua. La marmita se podía evitar sin necesidad del guiado, aunque luego quedaba una zona con un poco de agua. Se prueba un guiado “barato” con tensado de la cuerda guía con el peso del que desciende. Si bien da para evitar la marmita, no da de si para el siguiente tramo de agua.
Tras alguna marmita trampa mas se llega al final del barranco y toca subir montaña arriba hasta la carretera. 1km de carretera y llegamos al vehículo.
A Vall d’Ebo llegábamos a las 17:15 con todos los bares cerrados... una lástima. Toco parar en una gasolinera para echar algo al cuerpo.
Redacción: Salva
Fotos: Salva y Carlos