lunes, 8 de agosto de 2022

Barranquismo en Bujaruelo - Gabieto Inferior, Navarros y Otal

Gabieto Inferior

Tras el día anterior, un tanto accidentado, propongo a Marc afrontar el Gabieto, barranco al que ya tenía echado el ojo desde hacía algunas temporadas. El Gabieto es un afluente de carácter alpino que tributa sus aguas al Ara por su margen izquierdo, a la altura de la zona de acampada de Bujaruelo. Jordi decide no realizar actividad, por prudencia, para no perjudicar su lesión en la pierna tras el golpe en la jornada anterior, en el último tramo de la garganta de Ordiso. Buena decisión.
El Gabieto consta de dos partes diferenciadas, una superior menos acuática y otrainferior con mayor caudal y más deportiva. El barranco es abierto, con carácter arrampado y poco excavado, no permitiendo la concentración de caudal (salvo en algún punto aislado que la línea de rápel evita). Posibles escapes que se pueden intuir durante el descenso reducen el compromiso de la actividad. Las instalaciones son un tanto precarias (clavos y spits, cordinos y cintajos viejos). El caudal era bajo, debido a que apenas debería de quedar nieve en la cuencasuperior de aportación de agua.

Siendo que no llevábamos cuerda de longitud suficiente para afrontar el mayor de los rápeles de la parte superior y el excesivo peso de nuestras mochilas, y, todo sea dicho, el cansancio acumulado sumado a mis problemas de espalda, decidimos entrar al barranco a la altura del afluente derecho (Grau de Gabieto), evitando así dicho tramo superior del descenso, “pechada” de 45 minutos incluida. Agradecer en este punto de la crónica el sobreesfuerzo llevado a cabo por Marc en favor de mi espalda, al portar en su mochila el material de instalación (que pesa un huevo, pero que resulta muy recomendable llevar debido a la precariedad de las instalaciones y anclajes del barranco) y la cuerda utilizada para recuperar.
Tras la parada en el horno de Broto para comprar las viandas, y también en el bar para desayunar, llegamos a San Nicolás de Bujaruelo pasadas las 9.00. Cielo totalmente despejado con 11º de temperatura (bastante fresquita comparada con los 35º al retornar al aparcamiento). Iniciamos la aproximación a las 10.00 de la mañana. La “pateada” nos cuesta una hora, incluyendo 45 minutos de fuerte pendiente que no perdona, aunque en estas fechas se agradece que prácticamente toda la aproximación discurra por el interior del bosque. El sendero, en principio, no tiene pérdida (aunque llevábamos un track), y te deja justo debajo de la confluencia del Gabieto con el afluente. Soltamos el lastre que suponía el peso de nuestras mochilas, contemplamos el entorno para después comentar las impresiones que nos produce, tomamos un pequeño respiro para comer algo y rápidamente nos enfundamos el neopreno.
El descenso transcurre sin percances ni problemas. Tanto para Marc como para mí, esta era la primera vez que descendíamos el Gabieto, razón que nos conduce a afrontar la actividad con prudencia, y sobre todo, “con mucho cuidado” y “buena letra”. Únicamente resaltar la dificultad en alguna recuperación de cuerdas, debido a la ubicación de las instalaciones. Cuidado también con algún roce a la salida de algunos rápeles. Los rápeles se suceden de forma continuada entre tramos de destrepes.
Tras dos horas y media de descenso, a las 14.00, llegamos a la base del último rápel. Plegamos las cuerdas y sin quitarnos el equipo marchamos sin demora hacia el aparcamiento, donde Jordi nos recibe alegremente, al que agradecemos también agradecemos su colaboración al ofrecerse a llevarnos y traernos a Marc y a mí.

Garganta de los Navarros

En esta ocasión coincidimos Jordi, Javi y yo (Marc) donde planteamos unos días de actividad barranquista principalmente en la cuenca del rio ara. Aunque nos consideramos como el tipo de perfil de barranquista cauto y con mucho respeto a las aguas vivas, planteamos la actividad de la garganta de los navarros ya que aparentemente el caudal era bajo y hacía accesible esta actividad. Así que, después de mucho indagar en redes sociales, de controlar meticulosamente durante 10 dias el caudal del Ara en el SAI de Boltaña y de estudiar los pasos claves decidimos adentrarnos en este descenso.
La jornada del descenso el medidor del Sai de Boltaña estaba a 1,9 m 3 /s y llevaba tendencia descendente. Accedimos a la garganta desde el puente del parking de las basuras, pero no nos hizo falta rapelar. La carretera se hace puente ya que hay una especie de afluente en la izquierda orográfica, como dicho afluente estaba seco, simplemente bordeando la valla pudimos descender a pie por debajo del puente hasta el rio.
El descenso consistió en la mayoría de ocasiones en evitar los movimientos de agua, así que los primeros metros de la garganta trazábamos nuestro avance por el río en las zonas con menos corriente, cruzando de derecha a izquierda el caudal buscando el mejor itinerario. Esta parte de la garganta es relativamente ancha hasta que llegamos al primer rapel.
Desde el inicio del pasamanos de acceso al primer rapel en la derecha orográfica, es donde empieza la fiesta y entiendes porque tiene renombre este descenso. El caudal se canaliza en una especie de canalón donde el rugir del agua y el salto del caño de agua impactando ferozmente contra la pared hace poner en alerta a cualquier barranquista. En este caso, es solo una alarma despertador, puesto que el rapel transcurre por la derecha orográfica fuera del chorro y por tanto del peligro. Aunque la recepción de este rapel es buena, recomendamos atención ya que la base de piedra está mojada y un despiste o resbalón hacia el caño de agua puede ser fatal.
El segundo rapel también situado en la derecha orográfica y lo afrontamos sin complicaciones. La famosa contra que se forma en la poza de recepción de este rapel estaba inactiva, con lo que no supuso ningún contratiempo.
A continuación, siempre en la derecha orográfica encontramos un cable de hierro en forma de pasamanos de unos 10 ml, que nos deja en el inicio del famoso pasamanos de unos 35 metros, el cual no está instalado. Informar que en el cable de acero el caudal estaba muy alejado, al igual que en el pasamanos que montamos que el agua estaría a unos dos metros por debajo de nuestros pies. Ojo con el pasamanos, pues resbala bastante la piedra (aunque en nuestro caso estaba seca) y los puntos intermedios están en ocasiones alejados unos de otros (con lo que se recomienda extremar la precaución en este punto). Una vez acabado el pasamanos instalado con precisión por Javi, tocaba realizar un salto a la poza. En esta poza se apreciaba una contra no muy marcada, que saltando en el punto justo no representaba problema alguno.
A continuación, afrontamos unos cuantos rápidos y resaltes que con precaución y algún salto en plancha que otro se superaron sin problemas. Al final de los rápidos hay una instalación a la izquierda orográfica antes de que el barranco haga un giro hacia la derecha. En este punto nos aseguramos para avanzar con seguridad (nosotros tocábamos pie) ya que en el giro se encuentra un resalte con un rebufo remarcable. Para pasar este punto hay dos alternativas, por la izquierda una cuerda naranja que tras una trepada de unos dos metros te permite avanzar por la piedra y saltar a la poza evitando el peligro, o por la derecha un pasamanos lateral que supera el rebufo y acaba en un rapel justo después del rebufo donde la vena principal te saca del peligro. Ambos elementos, intentan evitar el rebufo final del  descenso, el cual a nuestro juicio estaba activo y podía representar un peligro. La tercera opción y quizás solo apta para expertos en aguas vivas, sería saltar a la poza por delante del rebufo en plancha, con la esperanza de ser sacado por la vena principal.
Una vez superado este punto el cual nosotros decidimos simplemente hacer la trepada por la cuerda fija y saltar a zona segura evitando así cualquier complicación, dimos por concluido el descenso.
El retorno sale en la izquierda orográfica por una senda entre árboles en una zona de piedra que se asemeja al de una playa.
Finalmente recalcar que aunque el caudal estaba considerado como bajo es un descenso de aguas vivas, donde se deben saber interpretar los movimientos y usar las técnicas adecuadas.

Barranco de Otal

En el episodio de hoy, los tres mosqueteros de la cofradía del 8 empotrado se enfrentan al chienemigo Barranco de Otal.
Su primera defensa fue colocarnos una subida monótona y zigzagueante para que renunciáramos a nuestro ataque. Pero los mosqueteros ávidos de experiencia ya habíamos  repasado las cuerdas necesarias y distribuido el peso entre los 3 petates para no desgastarnos en exceso. A continuación, Otal fue ayudado por Lorenzo con el fin de impedir el asedio bajo un intento de abrasar de calor a los portadores de ferralla. Por suerte como la planificación era excelente ya estábamos prevenidos para evitar el sol.
A las 11, estábamos ya equipándonos para iniciar el descenso. Aunque parecía que nuestro éxito era cercano, no se podía subestimar el poder de nuestro enemigo. En el primer rapel, nos intentaron confundir entre salto o rapel. Como la poza estaba en sombra no se podía apreciar la profundidad. Para no caer en la trampa, los mosqueteros repelaron y evitaron una lesión de piernas.
En el segundo rapel, la sorpresa llegó por la fuerza del activo principal que quizás por prevención decidimos evitar excepto uno de los mosqueteros que usó la estocada del 8 en vertaco demostrando a Otal que la cofradía del 8 sabia a lo que venía. Seguimos avanzado en nuestro asedio, entre resaltes y destrepes hasta encontrarnos con una sucesión de rapeles, que nos confundían e intentaban desorientarnos para no saber en que punto estábamos del asedio.
Hemos de decir que Otal contaba con un aliado muy potente, el Agua helada, que hacía menguar las fuerzas de la cofradía del 8. Poco a poco, y siguiendo la técnica de la paciencia buriladora, conseguimos avanzar hasta el rapel de la acequia. Tras valorar decidimos estratégicamente bajarlo por la reunión de la derecha orográfica, lo que hacia enfrentarnos directamente al activo. Uno de los mosqueteros desenvainó el 8 en rápido, propiciando un buen ataque y mermando así las fuerzas de Otal.
Después llegamos a un pasamanos ya montado en fijo que revisamos las cuerdas por si era una trampa, para después instalar la cabecera en este caso desembragable por si detrás del tronco en la poza de recepción aguardaba algún tipo de emboscada.
Después de un salto, realizamos los dos últimos rapeles donde dimos por asediado el barranco de Otal. No obstante, la cofradía del 8 no bajaba la guadia ya que sabía que Otal podía tener aliados muy peligrosos como Ordiso.
Por suerte, en el valle ya corrían rumores de los éxitos de la cofradía y Ordiso no se mostró bravo. No obstante, sí nos encontramos un par de emboscadas donde incluso un mosquetero resultó herido por golpe en la pierna. Una vez en el puente de Oncins, y después de hacer los saltos de rigor y celebraciones pertinentes, secamos los 8 y los guardamos en las sacas para la próxima aventura.

jueves, 21 de abril de 2022

Sima del Pulpo. Cieza

Hoy jueves 21 de Abril de 2022, decidimos visitar la sima del Pulpo en Cieza, Murcia .
Para visitar esta cavidad se debe previamente solicitar permiso y rellenar el correspondiente formulario a la federación de espeleología de Murcia.
Dejamos en coche muy cerca de la boca, con lo que la aproximación es muy corta y no llega ni a cinco minutos . Una vez abierta la verja que protege la cavidad (la llave te la facilita la federación), empezamos a instalar la rampa de entrada y posteriormente el pozo del Pulpo que da nombre a la sima.
La cavidad estaba instalada con parabolts completos, la chapa y la tuerca ya están en la pared, con lo que nos ahorramos tiempo de instalación.

En el pozo del Pulpo, se requieren un par de desviadores (nosotros usamos cintas express) para que la cuerda baje limpia por la vertical.
Una vez en la base del pozo, vimos que el recorrido dentro de la cavidad está limitado por unas cuerdas y balizas, con lo que se debe respetar la conservación de la sima.
Seguimos avanzando por la cavidad, afrontamos los pasos de la Jota y el Superman, que son dos estrecheces , para a continuación realizar el último pozo con cierta verticalidad que también está equipado con parabolts.
Una vez en la base de este pozo, es donde nos desequiparmos de material de verticales para seguir visitando la cavidad.
Hasta este punto hemos utilizado: cuerda de 35 para la rampa hasta el pulpo, cuerda de 20 para el Pozo después del Pulpo y cuerda de 10 para el último pozo después de los pasos de la Jota y Superman.
Mosquetones utilizamos unos 15 más 4 desviadores que usamos cinta express o cintas planas
Hay que recordar que en la cuevas de esta zona son hipogenicas, y hace calor dentro. Con lo que se transpira y las sudadas están garantizadas, especialmente por los esfuerzos de pasar las gateras. Con lo que preveer mínimo 2 o 3 litros por persona.
Dicho esto, en la base de este pozo con la cuerda en nuestra espalda nos encontrado en un cruce, a izquierdas o dirección SurEste tenemos la Sala del desierto, y en hacia derecha dirección oeste aparece la sala de las maravillas tras un par de giros.
Nosotros fuimos primero hacia la sala del desierto, la cual estaba bastante inundada de agua y parecía un lago subterráneo de agua. En este punto debemos aclarar que hemos tenido casi tres semanas de lluvia intensa, lo que posiblemente cambió la diversidad de la cueva. Creemos que normalmente está seca y solo con montones de arena.
Al final de la sala del desierto, empezamos a ir por unas estrecheces hasta encontrar una cuerda la cual usamos de subida. Por abajo, estaba lleno de agua y no se podía continuar. A partir de este punto vienen una sucesión de gateras en dirección sureste, al principio puede parecer un poco agobiante, pero una vez habituados, hay una continuidad de salas, y formaciones que te animan a investigar y seguir avanzando. Después de alrededor de una hora por las gateras, llegamos al tramo 8, donde teóricamente se desciende un pequeño pozo destrepable con una cuerda fija. Es este pozo no había ya cuerda fija puesta. Por no arriesgarnos por el desptrepe decidimos darnos media vuelta.
Aunque hay señales que indican la salida en el camino de vuelta, recomendamos prestar atención ya que deshacer lo andando puede llevar a confusión en los túneles.
Finalmente la vuelta se hizo más rápida y llegamos a la sala del desierto si problemas. Una vez allí, nos dirigimos a la sala de las maravillas, que efectivamente es muy bonita y repleta de espeleotemas. Después de bastantes fotos y disfrutar de la gran sala, avanzamos por una gatera hacia los túneles de San Nicolás. Sin embargo, a los pocos metros de abandonar la sala de las maravillas nos dimos cuenta que el camino estaba totalmente inundado. Las opciones eran avanzar por el agua o ir por fuera del camino balizado, cosa que descartamos.
Es este momento, y después de ser conscientes que estabamos visitando la cavidad de una forma poco habitual, ya que comprendimos que estaba inundada de agua, decidimos disfrutar del momento para posteriormente poner punto y final a la actividad de exploración.
Acordamos volver en otra ocasión donde podamos hacer la ruta completa sin sorpresas acuáticas.
Salimos al exterior después de casi 7 horas de actividad.

Redacción: Marc
Fotos: Marc y Salva

domingo, 3 de abril de 2022

Barranco Turche

Ver las fotos de verano de 2021 (http://www.tracalet.es/2021/07/barranco-del-turche-y-comida-de-verano.html) te hacen consciente de lo que “cambia el cuento” cuando un barranco modifica significativamente su caudal.
Signo de la casa, qué quieres que te diga, mejor madrugar y aprovechar el día. Quedamos a las 8 pero a las 7.40 ya tomábamos café previo a la actividad Mario, Salva y yo (Víctor).
Tras las importantes lluvias acaecidas en la Comunidad Valenciana y resto del Levante durante marzo de 2022, muchos barrancos secos o casi secos están activos o “muy activos” y era el momento de disfrutar del Turche.
Como queríamos valorarlo entero dejamos el coche abajo e hicimos el track de subida que te lleva por la marginal izquierda (barranco visto de arriba hacia abajo) hasta la cabecera. Sólo viendo el estado de la zona recreativa de la última poza uno se hace consciente de la cantidad de metros cúbicos que pasaron por ahí para generar semejante estropicio.

Así nos recibía el barranco, precioso y sin gente. A ritmo de Mario (que no es moco de pavo) llegamos a la cabecera, nos equipamos y empezamos.
Ya el primer rápel aventuraba lo que iba a ser el descenso. Una realidad totalmente distinta a la que suele caracterizar a este barranco: agua como para llevar cuidado no dar un traspié y revisar las instalaciones porque esto nunca se había puesto así.
Afortunadamente el pasamanos estaba bien, salvo un punto que se movía un poco. Es para felicitar por el reequipamiento porque aunque todo es mejorable, que las instalaciones estuvieran “en su sitio” ya tiene mucho mérito después de lo que ha caído.
Luego destrepes y caminar por el lecho de un río que ha cambiado mucho. En varios puntos era como hacer un barranco nuevo.
 Restos de troncos y elementos movidos por la corriente que en ocasiones dificultan el paso. Sifón evitable y cuevas bonitas y funcionales como estamos acostumbrados.
Saltos revisados y disfrutados. Afortunadamente operativos al 100%. Cabe destacar el estupor con el que nos miraban un par de paseantes por el lugar… Desde aquí transmitirles que estamos bien… algo locos… pero bien.
Buen día, buen barranco y mejor compañía. Aunque ya te lo he dicho, lo repito aquí, gracias Mario por la docencia y la paciencia. Para quien no lo haya hecho, ir con Mario a descender un barranco es como ir con Zidane a echar un partidito de amiguetes. No puede ir mejor.
¡Hasta el siguiente!

Redacción: Víctor
Fotos: Mario

viernes, 1 de abril de 2022

Barranco Rambla de Ahillas

La actividad se realizó el dia sábado 9/04/2022 con tres valientes aventureros Victor, Santi y Hugo.
A las 8:30 nos reunimos en el parking del centro comercial Heron City y tomamos rumbo hacia nuestro destino (Ahillas/ Tuejar) , después de una hora de viaje llegamos al punto de inicio de la actividad.

Ya en el sitio nos pusimos los neoprenos y cargamos cada uno una mochila de barranco con su respectiva cuerda junto con los arneses y mosquetones e iniciamos una caminata de unos 35 min. aproximadamente.


Ya en el inicio del barranco nos equipamos y encontramos el primer rapel de unos 15 m. aproximadamente, el descenso de este precioso barranco continúa por destrepes, pasamanos y algún rapel que lo hicimos sin mayor dificultad. Es recomendable llevar una pedaleta para progresar por los pasamanos ya que la pared es muy resbaladiza y no se encuentra fácilmente un buen punto de apoyo con los pies.
El descenso es encajonado pero muy bonito a la vez, al finalizar el barranco termina en un hermoso cañon muy pintoresco, y a unos 800 m. aproximadamente llegamos al mismo punto de inicio.


Nuestro agradecimiento especial para Victor por compartir sus conocimientos con nosotros
Un saludo y hasta la próxima aventura.

Redaccion: Hugo
Fotos: Victor

domingo, 27 de marzo de 2022

Barranco del Manzano

Domingo 27 de Marzo, el despertador suena a las siete y te levantas rápido a repasar la mochila de víveres. Las botas siguen mojadas y hace un frío del carajo. Notas que el microondas marca las seis y diez, cambio horario, aunque esa hora menos de sueño no importará dentro de unas horas cuando la actividad comienza con un salto al Barranco del Manzano, nuestro objetivo de hoy.
El grupo abarcaba todos los escalafones que se pueden encontrar en el Tracalet, desde cursillistas (al que leéis) a otros que se enfundaron un arnés por primera vez antes de las olimpiadas en la capital catalana.

Dejamos los coches en el final del barranco, y el cursillista ya vio lo que se venía. Se le prestó un neopreno de manga corta muy apto para los meses de verano en los que no estamos. Subimos al punto de aproximación y andamos quince minutos hasta el inicio del barranco y al salto ya comentado. Por el camino ya vimos un grupo multitudinario a lo lejos con los que compartiremos la anécdota del día más adelante (no hago spoiler).
Ya mojados, proseguimos por el barranco y tras unos destrepes llegamos al primer rapel, fácil y sencillo. No así el siguiente, dónde se formó un cuello de botella con los demás grupos, no por su altura si no por la fuerza del agua, limitante para barranquistas dubitativos.

Tras esperar nuestro turno, comenzamos a bajar. Salva decidió que saltar era la mejor opción, pensando que sería mucho más espectacular enganchar un pie con la cuerda en el aire con su consecuente rotación y caída de espalda. Técnica que nadie explica en los libros ni en monográfico alguno.Tras unos destrepes más, avances por el río, y algunos rápeles bastante llevaderos, llegamos al de mayor altura, con fraccionamiento en sus primeros cinco metros.Tras avanzar, destrepando en la mayoría de los casos, y saltando en los menos, el grupo paró. Una integrante del grupo que nos precedía saltó en una zona con poca caudal, perfecta manera de conocer al equipo de rescate y subir en helicóptero. No sin antes ser atendida por los compañeros del club e inmovilizarle el tobillo.
Tras esperar a que los servicios de emergencia tuvieran el control de la situación avanzamos para terminar el barranco y alcanzar los coches, la ropa seca y los bocadillos.
Evidentemente, y siguiendo la norma de fomentación del comercio local, nos acercamos a tomar un buen zumo de cebada y frutos secos a un bar. Mientras recibíamos llamadas preguntando por Marilena y el estado de su tobillo.

Redacción: Santi
Fotos: Mario, Alfonso

jueves, 3 de marzo de 2022

Travesia Tonio-Cañuela

Nos levantamos por la mañana prontito para iniciar el acceso y la aproximación hacía la entrada de Tonio. Una vez localizada la entrada preparamos todo lo necesario cuerdas y demás equipamiento para realizar la travesía.

Tonio es una sucesión de rapeles encadenados uno tras de otro, instalado a modo de barranco, hasta que llegamos a un punto algo crítico, la llamada "diaclasa" (una estrechez de unos 30 a 40 centímetros en la parte más critica, que primero se progresa de forma lateral unos 5 metros, para luego ir de forma vertical para abajo unos 10 metros aproximados).
Nos costó un poquito pasar por el cantidad de material que llevamos el la mochila
Pero primero Carlos y luego yo, conseguimos hacerlo de manera efectiva y prudente.
Continuamos descendiendo hasta que al final llegamos a otra pequeña estrechez llamada "el Meandro de la Borrasca", que nos llevaba al último rappel de 22 metros totalmente volados que te deja ya en la Cueva Cañuela, concretamente en la Sala Olivier Guillaume (que con sus 350 m de largo x 120 m ancho la convierten en una de las más grandes de España).
Una vez llegamos a Cañuela sacamos toda la información que teníamos sobre cada sala y sobre el recorrido para y seguir hacia la salida
Atravesado muchas salas (galería antesala, galería del 10 agosto, galería de las sierras, sala del vivac y galería del patinazo)sin ningún tipo de problema y observando y disfrutando de cada formación en cada rincón respectivamente.
Hasta que llegamos a la sala llamada encrucijada su nombre se debía a que es una sala muy perdedora debido que tiene muchas salidas y entradas
A continuación subimos por una cuerda fija hacia la sala del boulevard.
Después de un rato valorando opciones y encontrando el camino correcto nos dirigimos al último rappel, de unos 15 metros, el llamado P15 Pozo del Arco(una enorme formación rocosa en forma de arco) , una vez bajo hay que avanzar en sentido contrario al arco, que nos lleva al tramo final de la cueva, a continuación llegamos al pasamanos final de unos 30 metros con cuerdas fijas que nos lleva hacia las primeras luces del exterior y la correspondiente salida
Después de 8/9 horas aproximadamente desde que entramos por Tonio y salimos por Cañuela vimos la luz que nos enseñaba el camino de salida
Una vez fuera nos esperaba un diluvio espectacular que hacía que el río que por la mañana iba prácticamente seco por la tarde fuera casi desbordado.
Llegamos al punto de recogida, donde nos esperaba la majísima chica donde habíamos dormido que nos hizo de taxi para llevarnos al coche donde iniciamos la aproximación
En resumen la actividad muy completa muy exigente muy bonita y espectacular ,recomendada para todo el que le gusta la espeleología


Redacción: Carlos Ibáñez y José Más
Fotos: Carlos Ibáñez y José Más

domingo, 6 de febrero de 2022

Sima de los monos

Varios compañeros de Tracalet nos habían recomendado esta cueva por estar bien equipada y como las cosas buenas, tener que esperar al final para ver las formaciones más interesantes.
Así que allá que nos fuimos, con la baja de un compañero que ya la había hecho, con lo que nos tocó “explorar” más de lo que pensábamos (que te mejores pronto!!)… Finalmente el grupo quedó conformado por Yolanda y Hugo (cursillistas de 2021), Carlos (nueva incorporación al club en 2022), Salva y Víctor.

Primero para llegar a la boca, muy recomendable utilizar un track pues el sendero no lleva hasta la misma y tiene al menos 3 bifurcaciones donde te puedes perder. Hicimos una batida significativa pero gracias a Carlos llegamos a la boca con sólamente 1 hora de retraso más o menos. Nos equipamos rápido y para abajo.
Siguiendo la última topografía que encontramos de 2019 fuimos progresando por la parte más “seca” de la cueva. No tiene pérdida hasta una especie de caracol que asciende levemente y continúa con 2 anclajes naturales y una “Y”. A partir de ese punto todo se vuelve más interesante.
Hay varias reseñas ya de este club y externas, con lo que no nos extenderemos en las mismas. Los naturales están bien seleccionados y los químicos bien puestos (incluso en ocasiones reasegurados “de más”) con lo que la progresión es segura.
Sólo unas cuantas apreciaciones más internas que otra cosa. Marc, sí hay estrecheces… No son de las de me quiero morir… pero están… Ésta te la devolveremos ¡¡prometido!!!
En el natural que inicia el pasamanos de los desfondes “del Pas de Tomas” no es intuitivo mirar la pared y es fácil continuar por la vertical como si se tratase de un desviador. Ojo porque justo en el suelo del desfonde hay una pequeña poza detrás de un bloque que tiene un spit oxidado en la pared y puedes pensar que la cueva continúa por ahí.
Aunque se indica cuerda de 50+40+90, fuimos con 55+50+90 (+20 por si acaso) y el final de +90 se nos quedó algo corto y tuvimos que poner la de 20. Como idea, podría ser interesante usar 55+50+50+50. Con eso la desinstalación es más rápida y operativa para no tener que mover una cuerda de 90m hasta casi el final y volver.
Instaló Víctor con ayuda de Salva y desinstaló Carlos (que descubrimos que es una máquina de trabajar) también con la colaboración de Salva. Un gran equipo.
Al final salimos alrededor de las 18,30h tras unas 7 horas de actividad y contentos por la experiencia. Yolanda y Hugo se portaron e hicieron toda la progresión con seguridad y recordando lo aprendido en su curso de iniciación.
Hay que llevar cuidado con la vuelta porque al ir por el cauce de un arroyo hay tramos donde es fácil marcarse un resbalón.
¡Hasta la próxima!

Redacción: Víctor
Fotos: Carlos