sábado, 10 de octubre de 2020

Sima Destapada. Cartagena

En esta ocasión somos tres los tracaleteros que nos disponemos a adentrarnos de nuevo y por última vez en este viaje en las profundidades murcianas, siendo el destino elegido hoy la Sima Destapada en Isla Plana. Aparcamos el coche al final de una urbanización cerca de Isla Plana y cogemos una pista que sale a mano derecha muy brevemente, ya que enseguida empezamos una breve pero continua ascensión por una senda poco marcada que no nos da tregua hasta llegar a la pequeña boca de la sima en unos 20-25 minutos. Desde allí observamos a lo lejos el Cabo Tiñoso, donde estuvimos hace dos días en la Cueva del Orón. 

La sima, que tiene un desarrollo topográfico de unos 3.5 km aproximadamente, está formada por una serie de diaclasas que conectan con una red de galerías que enlazan, por un lado con la Sala Cartagena (que se continúa con los pozos de los Murcianos), y por otro lado con los pozos Koke y Salva que desembocan en un lago a cota -220 que continúa como un sifón por el cual solo se puede avanzar con técnicas de espeleobuceo. Aunque nuestra idea original era descender por la red de galerías hasta el sifón y bañarnos en él, algo bastante apetecible debido a las altas temperaturas que hay dentro de la cavidad (rondando los 30ºC en todo momento, hecho por el cual es considerada como la cavidad profunda más templada del planeta), el tener que regresar por la tarde hasta Valencia y el cansancio de los días anteriores, unido al calorazo que nos espera allí dentro nos hacen decantarnos por una opción a priori más light pero que acabó siendo una muy buena elección: descender hasta la Sala Cartagena y visitarla para poder salir a una hora decente. Empieza tomando la iniciativa Salva, yo le sigo y finalmente Aroa cierra el grupo. 
Tras descender por el pozo de entrada, a los 4-5 metros encontramos una ventana que debemos atravesar, habíamos leído que había un péndulo pero no nos lo parece, se hace muy fácil acceder, tras ella atravesamos un pasamanos que instala Salva, una pequeña vertical y otro tramo de pasamanos que tenemos que atravesar con cuidado y que nos conduce al último pozo que descendemos antes de llegar al pasillo que desemboca en la sala. Al principio de los pasamanos, nada más pasar por la ventana empiezo a ver con mi frontal las patitas de un montón de arañas ocultas en agujeros de las paredes…sin duda el calor sofocante que estamos ya sufriendo (acabamos de entrar y ya estamos sudando) favorece su multiplicación… mejor no miro mucho que no soy muy amigo de estos animalitos… por cierto si visitáis esta sima no dejéis de llevaros 3-4 litros de agua por persona….es una auténtica sauna. Con la ayuda de Salva instalo el descenso por el último pozo, es importante recalcar que todo el descenso hasta la Sala Cartagena está equipado con químicos y parabolts, a los que se une algún natural, teníamos dudas después de leer algunas reseñas pero es así como está. 
El pasillo de flores de aragonito que desemboca en la sala, una vez llegas al fondo del pozo que desemboca en el mismo, nos deja sin palabras: ¡¡espectacular!! El estrecho pasillo nos hace tener que contorsionarnos para no romper nada y poder atravesarlo pero la vista de las paredes que nos rodean tapizadas de estas formas blancas hace que todo el esfuerzo sea poco con tal de poder disfrutar del lugar y contemplar de cerca estas formaciones. La sala tampoco nos decepciona, se trata de la sala más grande de la región de Murcia y si bien se encuentra toda balizada para evitar que se deteriore más (en el suelo se nota bastante este deterioro) aun así nos sorprende la majestuosidad de la sala y sus techos pigmentados de magnesio y hierro en diferentes estados de oxidación así como su gran variedad de espeleotemas. 
En algunos puntos estamos rodeados de blancas paredes y techos mires donde mires. Comentamos que parece que haya nevado dentro de la cueva.. Tras pegar un bocado empezamos el retorno, la subida se hace muy pesada debido al sofocante calor y la estrechez de algunos tramos, cuando llegamos fuera la sudada es descomunal así que ya estamos deseando refrescar el gaznate con unos cuantos litros de cerveza.
 A la salida nos espera Sonia, que hoy se ha quedado en el campo base ya que no se encontraba bien, y que se ha pegado una buena mañana de turisteo por las playas de la zona, solo queda una buena comilona cumpliendo a rajatabla con las normas del club y regresar después de haber disfrutado mucho de estos días, esperando repetir pronto y poder visitar de una vez la sima de la Higuera así que en breve tendremos que volver…ahí queda. Un placer compartir estos días con todos vosotr@s compañer@s. Crónica y fotografías: Chema.

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