lunes, 17 de marzo de 2014

Barranco del Nacimiento, el monstruo de Millares.

Un “pensat i fet” de Andrés de los que ya se han calificado de míticos en Tracalet jajaja.

El Nacimiento es uno de los barrancos de nuestra zona que más me han gustado de siempre, es de esos barrancos que te enamoran, todos los rápeles son preciosos y me encanta cuando tienes la oportunidad de llevar a alguien que no lo ha descendido nunca, ver sus caras, saber que habrá un antes y un después de esa impresionante cascada de 60 metros….


Pero esta vez Andrés y yo ya lo habíamos descendido previamente varias veces los dos, e íbamos pues a pasar un buen rato, la mejor forma del mundo de pasar un lunes por la tarde… jeje.
Empezamos el barranco sobre las 5h. de la tarde, ambos supercargados con cuerdas de 60m. y de 65m. y alguna más cortita. Pero daba igual el Nacimiento nos esperaba….

Cogimos la aproximación más corta y en un plis estábamos la cabecera.
El primer rápel de 10m es artificial y aún así precioso, al bajar te adentras en un mundo de ensueño, juegos de luces y sombras…


Enseguida viene el R2 de 25m., donde el agua te envuelve en un abrazo del que no se puede ni se quiere escapar y en los últimos metros sin ver nada más que agua caes en una cueva donde salen unas fotografías maravillosas.


Luego un tobogán para entretenerse y un destrepe delicado que tiene cuerda fija, y ya por fin el R3 de 20m,. súper bonito, encajonado y resbaladizo,





que te deja en una zona umbría rodeado de vegetación ya en el R5, el chiquitín, en el que tienes que bajar encogiéndote a las profundidades para poder tener acceso al R6…



Ohhh…el R6... con sus 60m.y un patio espectacular, grandioso. La instalación está en muy buen estado, pero las cintas y cordinos que unen los anclajes aún estando bien, habría que renovarlos. Andrés recortó las cintas y lo dejó mucho mejor.
Una vez montado el rápel, sabido es que al bajar y sobre todo al principio, hay que tender a ir hacia la izquierda orográfica, o sea, hacia el agua, a mojarse a tope, pues hacia la derecha hay varios cantos cortantes que como te despistes pueden hacerte flores de muy buen tamaño y que obliguen después a cortar la cuerda (conozco a varios). Y también hay que saber que lances como lances la cuerda de rapelar, ineludiblemente se te va a quedar en la primera cueva, no "problem", cuando llegues te bloqueas y la vuelves a lanzar y esta vez ya caerá limpia hasta el final.



Y a disfrutar como niños de la súper cascada de 60m, con sus dos cuevas, con su agua envolviéndote y con la que te quedas plenamente satisfecho, esto del barranquismo es lo mejor de lo mejor, no entiendo como no hay cola para hacer esa cascada, de verdad que no te puedes morir sin hacerla, la madre de todas las cascadas… jeje




Eso sí, ahora toca recuperar, uff… siempre es una incógnita, 60m., con agua, y con una cabecera en la que la cuerda roza, las dificultades de recuperación son frecuentes y los polipastos al árbol cercano abundantes, pero no, no tuvimos problemas, claro que hubo que tirar y tirar… pero la cuerda salió bien.



Ahora el retorno…jeje… y claro como cualquier gran cascada que se precie tiene que tener algo grande que la acompañe, la madre de todas las pedreras, jaja, que hay que ir ascendiendo poco a poco…


Y llegamos a los coches a las 8h. ya casi de noche, supercontentos de esta nueva aventura con Tracalet.




Gracias Andrés por el “pensat i fet”



Nos vemos a la próxima compañeros !!!

Redacción: Chencha
Fotografía: Andrés y Chencha

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