domingo, 30 de enero de 2011

Ferrateando en Dos Aguas

Finales de Enero. Hacía un frio que pelaba, así que en lugar de meternos al agua, nos metimos en la pared.


Ferrata Sierra del Ave
Población, Dos Aguas en la comarca de l´Hoya de Bunyol.
Aproximación 20 minutos.
Retorno 1h y 4 rapeles por el interior de un cañon.
Participantes: Luisa, Popi, Paco V, Arturo, Vicent, Carlos Salsa y Andrés.


Ninguno de nosotros la había hecho, así que era una experiencia nueva para todos.
Localizamos el parking a la primera, mira que eso es raro en el Tracalet, y por indicaciones de un vecino encontramos la senda de aproximación, bueno lo que se le llama senda tampoco, mas bien pedrera.













Una vez todos en la base, pudimos ver que era bastante vertical, unos 200m de desnivel, y su equipamiento bastante liviano comparado con otras ferratas. Para haceros una idea, la linea de vida está hecha con el cable de acero que se usa de vientos para las antenas de televisión.






Nada mas empezar nos encontramos con un puente tibetano bastante largo. Está compuesto con un único cable de acero un poco mas gordo que el anterior,  por donde andas y dos mas a la altura de la cabeza para equilibrarte.


Cruzamos a la otra cara de la pared y sigue la verticalidad hasta alcanzar casi la cota mas alta donde termina la ferrata.
Hay una vistas impresionantes del pueblo de Dos Aguas y alrededores.

El retorno sabíamos que era por un barranco, pero no teníamos claro por donde entrarle.
Continuamos subiendo hasta llegar a la cota mas alta y de allí fuimos llaneando hasta ver a nuestra izquierda la bajada evidente que nos llevaría al cauce del barranco.

Una vez en el cauce progresamos con varios destrepes y resaltes hasta encontrarnos la primera cabecera. Es el rapel mas alto con unos 25m.








Un poco mas adelante nos encontramos un par de rapeles mas con cuerda fija instalada y para terminar, el remate final, pasamanos con rapel incluido en una zona bastante engorgada, donde a escasos 30 metros tenemos el coche.













En barranco en sí no tiene ningún interés, pero está bien para completar la actividad.

Redacción y fotografía: Andrés

lunes, 24 de enero de 2011

I Encuentro interprovincial ice canyon"Tecnical Mitin" Los Madalenas...





Tras una cena de navidad y algunas copas de más, surgió la idea de descender la Garganta de los Navarros en condiciones invernales.


Fuimos madurando la idea y complementamos el descenso con el Barranco de Cebollar y el Salto de Carpín.
Tras el video del Trumelbach, mucha gente nos animamos a introducirnos en el mundo del barranquismo invernal, con lo que a esta salida se apuntó gente de otros clubs e incluso de otras provincias.
Mónica, Quico, Jesus Maria, Victor, Diego, Mario y Jero.

Nuestro centro de operaciones lo ubicamos en el pueblo de Sarvisé, junto a Broto. El sábado nos levantamos pronto y tras desayunar y ver los grados que hacía (7º bajo cero) nos fuimos al valle de Bujaruelo. Para nuestra sorpresa, no había nada de nieve, nada de hielo. Los Navarros no tenía ningún carámbano, estaba como en verano. Menos mal que cuando nos acercamos a ver el salto de Carpín, la cascada estaba helada. Aquí nos separamos en dos grupos, unos a descender el barranco de Cebollar y Carpín y otra gente se fué a la torrentera de .......




En la aproximación seguíamos sin ver ni hielo ni nieve. Al llegar al cauce del cañón nuestra visión cambió. 
Todo el cauce estaba congelado, había formaciones, cascadas heladas, marmitas de hielo... estaba precioso. Tras vestirnos y ponernos los crampones fuimos descendiendo el barranco. Todo se desarrollo sin complicaciones, sólo teníamos que disfrutar de la actividad y preocuparnos del estado de nuestros pies congelados por el agua.

























Por fin llegamos al Salto de Carpín. Impresionantes vistas como siempre. Aquí si que tuvimos alguna complicación con la velocidad en la bajada de la gran vertical ya que sin mosquetón de freno o vertaco bajabas a una velocidad casi incontrolable y con mosquetón de freno o vertaco no corría nada la cuerda. Es lo que tiene que la cuerda se congele.

Parece mentira pero aun le quedan más de 60m para llegar a la base de la cascada.


Una vez abajo y en los coches, fué una tarea difícil quitarse los crampones, mosquetones y mallón ventral pues estaban congelados y solidificados (las roscas).

Nos acercamos al albergue de Bujaruelo a esperar al otro grupo y, de ahí, a la casa a calentarnos un poco.
Pasamos la tarde entre risas, comida y algún que otro licor. Por la noche, decidimos descender el barranco de Sía que estaba cerca y era factible para hacerlo invernal.


A la mañana siguiente, nos pusimos en marcha contentos por el frío que hacía (10 bajo cero). A medida que transcurría la mañana el tiempo empezó a cambiar y subió la temperatura de forma exagerada. Mientras nos acercábamos a la cabecera del Sía, vimos como el hielo estaba cada vez más suelto y menos apto para el descenso.

Una vez en cabecera, pensamos en bajar una parte y salirnos más abajo en caso de que no estuviese en las condiciones adecuadas. Eso hicimos. Fuimos bajando y dándonos cuenta que el descenso se estaba poniendo muy peligroso por las posibles caídas de carámbanos, desprendimientos de hielo...


Nos salimos en el punto previsto y nos volvimos a Valencia."


Equipo Tracalet.

Redacción: Diego Caballero.
Fotografía: Diego Caballero.

sábado, 22 de enero de 2011

Ferrateando en Engarcerán.

Un día cualquiera de Enero, aprovechando el poco calor de los rayos de sol en esta época de año, nos vamos al monte.

El destino es a la población de Sierra d´Engarcerán, situado en el interior de Castellón. Allí se encuentra la ferrata Roca del Figueral.

Lo de detrás es la ferrata y el rapel de 65m

No parece una ferrata excesivamente difícil con sus 40m de desnivel, sin embargo dado que todo el trayecto discurre verticalmente, existen dos pasos un poco complejos, pero nada que no podamos superar.





Sandra y yo salimos en busca de la ferrata. No es nada difícil de encontrar y el acceso hasta su base es corto, apenas 15 minutos. Discurre por un sendero donde a nuestra derecha la Roca del Figueral y a nuestra izquierda tenemos unas vistas magníficas del Penyagolosa.


Una vez en la base, nos equipamos y empezamos a subir por una pared totalmente vertical.

A los pocos metros ya encontramos la primera dificultad. Las grapas están un poco separadas obligándote a cogerte de la roca. A Sandra le cuesta un pelín pero con la ayuda de una cuerda lo supera.
Seguimos subiendo, y casi apunto de llegar al final nos encontramos con un desplome donde hay instaladas unas presas de escalda y también separadas. En este punto Sandra lo intentó un par de veces pero no pudo subir. Su altura no le permitía llegar a las presas en condiciones y decidió abandonar. Montamos un rapel con una cuerda de 50m y bajó hasta la base.
Yo continué hasta arriba, y ya que estaba no me iba a ir sin cruzar el puente sobre la canal.

Crucé el puente y localicé la instalación para bajar hasta la base mediante un rapel de 65m.


En ese momento aparecieron dos por allí que querían bajar la pared pero no llevaban cuerda. Instalé la mía, los esperé en el fraccionamiento y bajaron los dos.




Después bajé yo, recuperamos y de regreso al coche.


Fotografía y redacción: Andrés.

jueves, 6 de enero de 2011

Expedición Trummelbach: 2ª Parte

Para Nacho fue su primera invernal, aunque para los 4 fue una experiencia excepcional, mucho más dura de lo que esperábamos. El agua, fría como el demonio y desapacible como el infierno, el ambiente alpino y solitario siempre presente, el viento insistente de las cascadas, el hielo cubriéndolo todo… la calma y serenidad del barranquismo invernal que conocía quedó en otra dimensión.

El día siguiente lo pasamos en una llite donde echamos el día. Aprovechamos para tender el material, secar algo de ropa y reponernos del frío. La mañana despejada apaciguó los ánimos y templó las mentes. No se piensa igual tras una huida a la desesperada que con un café con leche calentito entre las manos.

Curiosas formaciones heladas cuelgan de las ramas sobre el cauce

Si de algo sirvió Freissinieres fue para concienciarnos de lo que nos podía esperar en Suiza. Y la verdad es que no se todavía si eso fue algo positivo. De cualquier forma, fue una cura de humildad que nos inyectó mucho respeto en el cuerpo. Aunque el barranquismo carece de las dificultades del alpinismo, el ambiente extremo que envuelve este tipo de descenso le devuelve la seriedad que muchos pensábamos que se había perdido definitivamente. Rapelar deja de ser lo importante.

Tras abandonar Freisieneres, nos dirijimos hacia les Oules du Diable. Buscamos dónde dormir por el pueblo y al final encontramos un acojedor apartamento que nos hizo olvidar la experiencia de dos días atrás.

De camino a Oules du Diable

Por la mañana temprano desayunamos y ultimamos los preparativos del descenso. Eso sí… esta vez nos cambiamos dentro del apartamento, al calor de los radiadores.

Un cartel nos da la bienvenida al barranco

Enfundados entre neoprenos y forros polares, nos dirijimos con decisión hacia la cabecera de Oules du Diable. Tras bajar del coche, descendimos sin titubeos hacia el cauce. Pero nuestro paso firme fue perdiendo brío conforme nos acercábamos al puente.

Punto de partida del descenso

Mucho ruido, mucha agua y mucha espuma. Comienza el baile de miradas entre unos y otros… nadie lo tiene claro, lo que es suficiente indicio como para declarar el descenso como inabordable.

Nacho y Jorge, valorando el caudal

Algunos pasajes del descenso dan bastante respeto

Mucha espuma y mucho frío...

Quizás en otras ocasiones, donde no tienes a nadie con quien cotejar tus impresiones es más difícil renunciar, pero cuando no eres el único… hay que entenderlo como una señal bastante clara.

Oules du Diable, aguas arriba

Vista general de la amplia cuenca que alimenta el cañón

Tras cotejar el caudal con una foto de la guia, llegamos a la conclusión de que llevaba aproximadamente el doble de lo normal. Suficiente como para cambiar el neopreno por un pantalón, y el arnés por una cámara de fotos.

La osada aventura del día se transformó en una tranquilo paseo por los alrededores… pero con la conciencia muy tranquila.

Puente sobre les Oules, aguas arriba

Continuamos ya nuestro camino hacia Suiza. Al pasar por la Meije, el caudal que observamos desde la carretera nos invita a seguir nuestro viaje. Próxima parada: Laussane (Suiza).

De camino hacia Suiza

Meije, vista desde la carretera

En Laussane nos espera Anna, una amiga de Nacho que nos acoge muy amablemente en su casa. Mientras cenamos, echamos un vistazo al tiempo. Los primeros copos de nieve están comenzando a caer en la ciudad, algo de lo que nos informa entusiasmada una amiga de Anna.

Trolebus en Laussane

Nuestras caras reflejan todo lo contrario. Los pronósticos del tiempo son poco alentadores. Dan probabilidad de nieve durante los próximos días, aunque sabemos que sólo la nevada de esa noche es suficiente como para derribar definitivamente nuestros planes. Las llamadas que hacemos a España no hacen más que confirmar los peores augurios. Resignados, nos dejamos llevar de la mano de Anna y su amiga, descubriéndonos una estupenda cervecería de Suiza donde tomamos unas rondas que alivian en parte nuestro ánimo. Y como suele ocurrir, es con una copa en la mano cuando decidimos continuar hacia Trummelbach. Ya que estamos tan cerca, que menos que confirmar con nuestros propios ojos la imposibilidad de afrontar el descenso. Así que por la mañana temprano, tras despedirnos de Anna, continuamos nuestro camino hacia el macizo del Eiger, sin esperanza alguna de conseguir nada, con la única intención de regresar a casa con la conciencia tranquila.

Próximo destino: Trummelbach

miércoles, 5 de enero de 2011

Los Reyes Magos vendrán de Oriente, pero sus pajes vienen del Tracalet.

Un año mas, los Reyes Magos de Oriente, han solicitado la colaboración al Club Espeleo Tracalet para que se les ayude en el reparto de los regalos por toda la población de Vinalesa.

No pudimos rechazar la solicitud, así que en seguida nos pusimos en marcha para cuando llegaran los Reyes estuviera todo listo.

Por la mañana varios miembros del club instalan pasamanos y rapeles guiados en la Iglesia de Vinalesa.
Todo se queda listo aguardando la llegada de los Reyes Magos.


Sobre las 19h hacen aparición en la Plaza de la Iglesia, con sus flamantes carrozas, lo esperados Reyes Magos.

Los pajes se encuentra situados en el alto del campanario y por distintas localizaciones de la iglesia a esperas de que el Rey Gaspar haga la señal.

Una vez El Rey Gaspar guiña el ojo izquierdo, empieza la explosión de confeti, globos, balones, y todo cayendo desde lo mas alto del cielo acompañando a los tres Pajes Reales rapelando desde distintos puntos de la iglesia.


En la plaza no cabía ni un alfiler, todo un espectáculo. Aunque la iglesia no es muy alta, viendo toda aquella gente desde allá arriba, el rapel impone.


Una vez los tres servidores de sus Majestades tocan el suelo, se dirigen a ellos para entregarles el oro, incienso y la mirra. Luego se disponen a repartir los juguetes a los niños que se han portado bien.


Redacción: Andrés
Fotografía: Bego