viernes, 25 de marzo de 2011

Pasados por agua en Guara.....

Una vez más nuestro destino fue Guara, coincidiendo con la llevantada de ese fin de semana.

Para este fin de semana, se programó y con bastante antelación una salida a La Cueva de Valporquero
En las últimas horas previas al viaje, se canceló por precaución. Existía un fuerte temporal que azotaba la Península de sur a norte, no queríamos riesgos "Valporquero siempre estará".

Diego, como no puede estar quieto el fin de semana que le "dan libre", rápidamente se ingenió un nuevo destino. Yo, no me pude resistir a la tentación, aunque la previsión de lluvia en Guara era peor que en León.
Nos enrolamos a la aventura junto con nuestros compañeros Jose Luis y Popi "El Calleja de Navarres".


Viernes 11 de Marzo.
Salida a las 19:00h desde nuestro punto habitual, Ca Navarro.
Era el primer fin de semana con la limitación de velocidad a 110Km/h. Si a esto le sumamos la lluvia y la nieve que pillamos en Teruel..... nuestra hora de llegada a Alquezar fue casi 01:00h, eso sí, hicimos una visita turística por Huesca capital......


Sábado 12 de Marzo.
La madrugada anterior nos acostamos lloviendo y nos hemos levantado lloviendo. Nuestro gozo en un pozo....
Después de desayunar fuimos a evaluar los caudales de los principales barrancos.
Llegamos al parking típico del Rio Vero y bajamos a ver como iba. El agua bajaba muy sucia y la marca del puente estaba por 55cm y seguía lloviendo.

Los barrancos que pretendíamos descender, normalmente son secos, Basender, Portiacha y Argantín, pero la salida de los mismos es cruzando el Vero. Hay que cruzarlo hasta en tres ocasiones para poder cojer la senda de retorno, aquí es donde se podía complicar la cosa.



Volvimos al parking y nos enfundamos los neoprenos. Empezamos nuestra aproximación al Basender. Al pasar de nuevo por el puente la regla ya indicaba 60cm y subiendo.



Barranco Basender.
Estos estrechos (mejor decir garganta) son una muestra inmejorable de la realidad rocosa y umbría del Parque de Guara. La vegetación y la profunfdidad proporcionan un frescor agradecido en verano, tan contrastado con el exterior. A su vez la caliza revela la naturaleza petrea de la montaña, no hay vegetación molesta, el interior es puro vegetal. Tampoco hay agua, pero ¿alguien se atrevería a echarla en falta en un sitio como este?.
Enrique Salamero.

Encontramos algún hilo de agua pero sin ninguna importancia. Bonitas formaciones con grandes salas y muy excavado tal y como relata Enrique en su libro.




A unos cincuenta metros del último rapel nos encontramos de nuevo con el Vero y sus aguas sucias debido al arrastre de sedimentos. Pudimos cruzar las tres veces sin problemas y al pasar de nuevo por el puente, el nivel del agua había subido a 65cm y aun nos quedaba cruzalo seis veces mas.
Desde el puente iniciamos la aproximación a nuestro siguiente destino, barranco de Argantín.






Barranco Argantín.
Justo antes de desembocar  en el inicio del cañon del Vero, este pequeño torrente pedregoso se excava en un brevísimo estrecho, limpio de vegetación y con unos manantiales permanentes a su final.
Enrique Salamero.


Corto pero intenso.

























Cuando llegamos a cabecera nos sorprendimos al ver el agua que corría, normalmente está seco.
La primera instalación bajo el agua, la segunda también y con bastante movimiento, cosa que nos permitió desafiar las leyes del agua y pasar un momento por la centrifugadora.



Supongo que sin agua no será lo mismo.

De nuevo su desembocadura, al Vero.
Desembocadura Argantin.



Esta vez se apreciaba mas caudal. Lo aprovechamos para progresar aguas abajo y poder cruzar. Una vez mas llegamos al puente y el nivel subió a 70cm. Nos queda cruzarlo tres veces.
Pasamos por el coche y aprovechamos para coger energía y rápidamente en busca ne nuestro tercer barranco del día, La Portiacha.


Barranco Portiacha.
El apenas marcado curso de este barranco depara una sorpresa cuando entra en contacto con el Vero. De un solo golpe cae en la cerrada depresión que le ha capturado para escapar justo despues por una hermosa fisura. Y así, por una breve distancia, toma carta de naturaleza y entra a "formar parte de los elegidos". Efectivamente así es, este pequeño recorrido guarda pocas pero escogidas belleza.
Enrique Slamero.


Bastante vertical comparándolo con los anteriores. Dos rápeles casi seguidos de unos 35m para después desembocar de nuevo en nuestro querido Vero.





Esta vez si que tuvimos que cruzar prestando un poco mas de atención, el agua con sus sedimentos ya llegaba a arrastrarnos. Lo pasamos sin complicaciones.








En el último paso y definitivo por el puente, el agua ya estaba en 80cm........






Llegamos al parking, nos cambiamos bajo la lluvia y a tomar nuestra merecida cena.

Tiempo total de actividad, 6h.

Espacio que nos prestó el Albergue.




Domingo 13 de Marzo.
Después de la tempestad llega la calma. Cielo despejado y sol radiante.
Nuestro objetivo, barranco de Sarratanas y Palomeras del Fornocal. Barrancos en conglomerado y los dos, afluentes del Fornocal.

Barranco Sarratanas
Además de las Palomeras aquí se encuentra otro barranco corto y bien configurado. Sarratanas pasa inadvertido desde este punto, pero se revela con claridad cuando la carretera pasa por el alto valle. A su final, cuando ya se avista a lo alto la arcada del puente, hay una sensación de verdadera profundidad.......
Enrique Salamero.




Aproximación corta pero bastante expuesta. Transcurre paralelamente por su izquierda ortográfica a bastante altura del cauce, con una visión impresionante de todo el barranco.






El primer tramo el cauce es abierto, aunque cuesta bastante progresar en este tipo de barrancos. Dio bastante juego con saltos, toboganes, etc, etc.



Llegamos a la última parte donde el cauce da un giro radical a izquierdas, se mete entre paredes y da comienzo la verticalidad y el agua. Es como estar en las entrañas de la Tierra.

 
 























Muy bonito y para repetir sin duda. Su desembocadura es en el Fornocal, debajo del puente de la carretera de Colungo. Ahora toca remontar la impresionante pared para llegar a dicha carretera. De aquí emprendemos la aproximación hasta el Palomeras del Fornocal.























Palomeras del Fornocal
Este barranco enseña la extraordinaria belleza y originalidad de los barrancos en conglomerado. Llama poderosamente la atención ver, desde el puente de la carretera, como el cauce sinuoso se va excavando profundamente hasta desaparecer en el interior de una griete oscura y misteriosa. ¿Hay acaso una mejor imagen que defina la esencia y atracción de los barrancos?
Enrique Salamero


Tal y como nos describe Enrique Salamero, impresiona ver la grieta desde el puente, es casi imposible que quepa un ser humano por tal estrechez. Eso no es todo, la grieta que se ve parece que no tiene mas de cuatro metros de profundidad, pero una vez dentro podemos ver la grandiosidad de la grieta, puede tener hasta treinta metros de profundidad.





En muchos de los casos apenas entra la luz del sol, esto mezclado con las paredes negras de conglomerado y las cascadas con el agua corriendo, hacen de este baranco uno de los mas bonitos de toda la Sierra de Guara.
























La aproximación la empezamos desde el parking del Sarratanas, subiendo por la carretera asfaltada hasta el siguiente puente que cruza este barranco. Desde el puente y hasta el cauce no son mas de 10 minutos.




Salimos de nuevo al Fornocal y vuelta a remontar la pared hasta encontrar el coche.
Nos cambiamos y nos dirigimos a comer a Huesca, de aquí a casa.

Tiempo total de actividad, 4h.


Redacción: Andrés.

0 comentarios: