domingo, 20 de marzo de 2011

Moncayo Expres

Siempre que se puede por esta época invernal, planeamos una serie de viajes rumbo a las cumbres pirenaicas. A principios de semana planificamos nuestro objetivo: ascender el Garmo Negro. Era nuestra segunda intentona, ya que a finales de enero de este año, tras haber pernoctado en el refugio de Casas de Piedra (Baños de Panticosa), nos tocó regresar a Valencia,. Una vez madrugado abortamos la misión debido a las inclemencias del tiempo: niebla y lluvias.
En la mayoría de las disciplinas no se siempre se cubre el objetivo al primer intento, hay factores, en montaña principalmente son los meteorológicos, los que impiden coronar con éxito nuestro propósito, pero esto nunca nos amedrenta, todo lo contrario, nos anima a buscar y señalar un hueco en nuestro ajetreado calendario y quitarnos esa espinita se nos ha quedado en nuestro interior. No es una revancha, porque la montaña siempre está ahí.


Bien es cierto que siempre nos queda el dicho de que a segunda va la vencida…..hay ocasiones que tres, pero eso es otro cantar felizmente con creces superado.

Esta vez esperábamos cumplir el objetivo, pero las predicciones, que daban nieve a principios de semana, se cumplieron y el espesor de nieve subió de forma considerable, dándose casos en los refugios en que el jalón se encontraba entre 1 y 2 metros. A pesar de ello esperamos al último boletín de nieve y avalanchas facilitado por la meteo que viene que suele dar los jueves por la tarde y contactar con el guarda del refugio de Casas de piedra para que in situ nos comunicara el espesor de la nieve o si había huella. Malas noticias, una de cal y otra de arena, el cielo iba a estar despejado durante todo el viernes y sábado (sol) empeorando un poco el domingo, en cambio por las nevadas recientes las condiciones de inivación no eran buenas (riesgo fuerte de aludes:4). Jueves noche: Viaje a Pirineos cancelado.

Pues nada, nos tocará acudir a la cena-reunión del Tracalet del viernes por la noche y ver como se presenta el finde y planificar la programación del mes de marzo.
Era viernes, ya había acabado la jornada laboral y tras comer, como no tenía nada que hacer, no pude perdonar nuestra arraigada costumbre como es la siesta nacional. Después de tan ardua tarea (la verdad: que sufrida es …..jejeje si no la haces claro) me planté delante del ordenador. Me puse a divagar- decir que durante todo el día tenía un runruneo de hacer algo- y como no se podía ir a Pirineos me vino a la cabeza la cumbre del Moncayo, accedí al portal web de la ruta michelín y me indicó que el santuario del Moncayo se encontraba a no mas de 4 horas de coche.
Eran las 18:30 horas y llamé al primo Jorge comentándole el chance, sólo risas salían de mi terminal y en menos de un minuto ya tenía convencido a Jorge y puesto en marcha el Moncayo expres.
Tan solo restaba comunicarle la jugada al señor secretario para que abandonara sus funciones y partir esa misma noche rumbo al Santuario.
Tras aceptar, Guillermo le comunicó la jugada a nuestro presidente ya que uno tiene que asumir sus responsabilidades. Perdonar por no haberos suministrado el pacharán esa noche pues era mi intención pasar a dejarlo y luego marchar rumbo a la autovía mudéjar (estaba comprado junto a los vasos) pero el secretario ya había acudido a Vinalesa a entregar las tarjetas federativas y ya no acudiríamos.

Finalmente salimos pasadas la diez y media (Jorge no encontraba su cartera) y sobre las 02:45 horas legábamos al santuario del Moncayo. Bonita vista nocturna desde el santuario, divisando las luces de las poblaciones cercanas bajo un cielo estrellado. Escogimos cada uno nuestro vivacs y a dormir que la diana tocaba las 06:50 horas.
A nuestro despertar, el día se encontraba amaneciendo ofreciéndonos una bonita vista de la cordillera pirenaica. (foto 1) Desayunamos, nos preparamos y sobre las 07:45 horas a empezar. La ruta de ascensión desde el Santuario (provincia de Zaragoza) no la conocíamos. En nuestra anterior visita en el año nuevo del 2010, la salida la hicimos desde el municipio Cueva de Ágreda (Soria). Tras haber hecho cumbre en el Cerro de San Juan (2.283) y puestos a encarar la arista del Moncayo, tuvimos que abandonar. Una imagen vale más que mil palabras

Nada tenía que ver el clima de nuestra anterior ascensión con el día que nos estaba acompañando. Tras salvar un breve desnivel de aproximadamente 100 metros por entre el bosquecillo, de pronto nos encontramos con el circo de San Miguel. Desde aquí teníamos dos opciones, ascender por la ruta normal cara al Cerro San Juan, por la izquierda del circo, o la opción por la arista NW. Nosotros escogimos la segunda opción dado que era nuestra intención hacer una ruta circular. La ascensión por la arista NW es un poco más dura, de fuerte y continuada pendiente. Cada metro que ascendíamos y nos girábamos, nos deparaba una panorámica más maravillosa de los Pirineos.

En menos de 2 horas nos encontrábamos en la cumbre del Moncayo (2.316m) Como de costumbre hacía un fuerte viento, pero la vista del horizonte hacia sus 4 puntos cardinales es extraordinario: la depresión del Ebro, El Urbión y el la Cebollera, el Sistema Ibérico aragonés, los Pirineos y por último la Meseta Castellana y el Sistema central.
Éramos los primeros en hacer cumbre, cuando nos dirigíamos hacia el Cerrro de San Juan (2.283m) nos cruzamos a una persona acompañada por su perro. Desde la cumbre, la ruta nos dirigía hacía la Morca (2.283m) para luego alcanzar el Lobera (2.227m) donde nos avituallamos y descendimos por la loma dirección hasta el collado del Bellido. A una poca distancia de llegada al collado a fin de encararnos de regreso al santuario (a una hora de distancia), divisamos a un cazador.
Malas noticias, estaban de batida de caza mayor, justo a cada lado de nuestro sendero de regreso. La única opción que nos quedaba era retornar por el GR-90.1 una hora adicional.
En el camino por el Gr, aparte de los cazadores que estaban apostados, nos acompañó hasta la fuente de los frailes Javier, un lugareño de Tudela que se conocía la Sierra del Moncayo y que acudía frecuentemente por allí los fines de semana.
Tras unas dos de recorrido y de charreta por el Gr y un último desnivel de 300m desde la fuente llegamos hacia las 14:45 horas al Santuario. Mientras degustábamos nuestro pic-nic vimos bajar de la cumbre a multitud de senderistas que habían aprovechado como nosotros el maravilloso día invernal.
Tras comer, pronto retomamos el regreso hacia Valencia llegando sobre las 19 horas, apenas 20 horas desde nuestra salida del viernes noche. Esto es un sábado bien aprovechado.

Participantes: Jorge, Guillermo y Raimon
Redacción y fotografías: Raimon

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